El inmortal Chevrolet Camaro vuelve a la carga con una nueva versión que ha visto la luz en el Salón del Automóvil de Nueva York, donde en estos momentos se centran todas las miradas de quienes viven por y para la automoción. Se trata del Chevrolet Camaro Z/28, una versión bastante radical del muscle car que muchos adoramos.
A nivel estético es fácil advertir una serie de cambios que no podemos pasar por alto. De hecho, es el rediseño más significativo desde que nació en 1967.
Dimensiones y cambios
Sus dimensiones son las siguientes: 4.848 mm de longitud (2.852 mm de batalla), 1.953 mm de anchura y 1.330 mm de altura. Eso hace que sea el más bajo y ancho de todos los tiempos, algo que se pone de manifiesto observando con detenimiento la parrilla inferior. La superior no porque es más estrecha, una decisión que han tomado para dar más protagonismo a los grupos ópticos delanteros, que por cierto son de nueva factura. Lo que no cambia es la forma del capó y las entradas de aire que exhibe.
El protagonismo de los grupos ópticos traseros es inferior porque ahora ocupan menos espacio. Eso contrasta con lo que sucede con el paragolpes y el difusor central, que se llevan todos los piropos en esta nueva generación.
Más ligero
En lo que a peso se refiere, hay que decir que han trabajado muy duro para aligerarlo al máximo. Es 45 kilos más ligero que el Camaro SS y 136 kilos más ligero que el Camaro ZL1. Lo que han hecho para lograrlo ha sido prescindir de elementos que no son estrictamente necesarios, como por ejemplo el sistema de audio, las luces antiniebla o los faros de xenón. También han cambiado la batería por otra que pesa menos y las lunas no son de 3,5 mm como las del Camaro estándar, sino que pasan a ser de 3,2 mm.
Más de 500 CV de potencia
El motor LS7 que monta (ya lo conocemos porque es el mismo que esconde el Corvette Z06) le proporciona 507 CV y 637 Nm de par máximo, suficiente para dar la talla en los circuitos. Está fabricado con aluminio, mientras que los frenos son cerámicos de carbón y las válvulas de titanio.
Para terminar, si nos sumergimos en su interior nos damos cuenta de que no hay demasiadas virguerías. No es un coche para gourmets en ese aspecto, así que han decidido no complicarse la vida perdiéndose en mil y un detalles. Hay lo justo y los materiales empleados son de alta calidad para no desentonar. Nada más.
Los asientos son Recaro de microfibra y el color de los mismos ha sido bautizado como Octane. La deportividad en este 2+2 se respira por los cuatro costados.
¿Cuándo le podremos ver volar por los circuitos de Estados Unidos? Si las cosas no se tuercen a partir de la primavera de 2014. Os dejo con el vídeo de su presentación en el que aparece junto al resto de la familia Camaro.