CDC Performance, una submarca del famoso preparador alemán CDC International, ha sacado a relucir todo su potencial encargándose de un Maserati Quattroporte. Le ha incorporado un fantástico kit de carrocería denominado Black Bison que ha corrido a cargo de los japoneses de Wald Internacional. Además, también se ha preocupado por añadir mejoras mecánicas y en el habitáculo.
Los cambios estéticos son rápidamente visibles. El frontal cuenta con un nuevo diseño que dispone de luces LED integradas y spoiler. Las taloneras son nuevas y el paragolpes trasero incluye un difusor y dos spoilers, uno en el techo y el otro en el maletero. Ambos han sido fabricados con fibra de carbono.
La carrocería, que se puede ajustar en altura gracias a su nueva suspensión, está pintada de color rojo con la parrilla y las llantas de 22 pulgadas pintadas en negro. Estas últimas están montadas en unos neumáticos de 245/30 R22 en el eje delantero y 295/25 R22 en el trasero.
El sistema de frenos está fabricado con discos de 405 mm y 380 mm, con pinzas de doce y cuatro pistones delante y detrás, respectivamente.
Un doble compresor con intercooler le ha permitido ganar en potencia. El V8 se ha disparado hasta los 580 CV y el par motor hasta los 570 Nm. Por ello no es de extrañar que pueda acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos alcanzando una velocidad punta de 300 km/h.
Para terminar, hay que decir que en el interior se aprecia una tapicería de cuero negro con costuras de color rojo a juego con la carrocería. Además, también hay inserciones decorativas de fibra de carbono que le permiten ganar más calidad si cabe. El panel de instrumentos, que es de color rojo y negro, es totalmente nuevo. Lo mismo sucede con los asideros del techo y los distintos mandos, todos ellos de nueva factura.