La situación no mejora en el sector de la automoción. El mes de junio no ha sido nada positivo para los concesionarios de nuestro país. La llegad del buen tiempo no ha animado a los consumidores como suele ser habitual, las ventas han caído un 12,1% respecto al mismo periodo de 2011.
Según la patronal de los vendedores de coches, en total se han vendido 73.258 turismos, una cifra que está muy lejos de la que se obtuvo por ejemplo en 2010. En aquel entonces la gente se dio prisa para comprar porque el IVA pasaba de un 16 a un 18% y porque el famoso Plan 2000E se estaba agotando. Se vendieron nada más y nada menos que 121.483 coches.
La caída del primer semestre del año es de un 8,2% respecto a 2011. Se han vendido 406.070 coches hasta la fecha. Según la ANFAC, el dato es estremecedor teniendo en cuenta que hace 10 años se vendían casi un millón de unidades en el mismo periodo de tiempo. Y cuantas cosas más se vendían por aquel entonces que ahora ya no se pueden vender de ninguna forma…
Es cuestión de sumar esfuerzos
Es verdad que las promociones de las marcas son más agresivas que nunca, que las condiciones para comprarse un coche son inmejorables. Sin embargo, los consumidores están muy asustados con la crisis y no quieren comprarse un coche sin saber si lo van a pagar o no. Un dato muy significativo lo dicta el número de visitas a los concesionarios. Ha bajado un 30% en lo que va de año, aunque hay que decir que quienes se pasan por un concesionario normalmente acaban comprando.
¿Para cuándo un plan de ayudas a la compra? Los consumidores echan de menos algo similar al Plan 2000E. Las marcas han hecho todo lo que han podido y en estos momentos han optado por otra vía que probablemente funcionará mejor. Seat, Renault y compañía ya han hecho públicas sus berlinas compactas low cost. Es verdad que volveremos al equipamiento de los años 90 para las versiones más básicas, pero probablemente esa sea la única forma de ver el precio de un coche sin asustarse.