Sabemos que el Jony, el del barrio, es quien derrapa más rápido en todo el mundo cuando se pone en serio con su Opel Kadett tuneado. Pueden dar fe de ello sus colegas y los vecinos que presencian el espectáculo desde sus balcones, pero por el descampado de turno no se deja ver ningún señor Guinness World Records. Una pena.
Mejorando lo que parecía inmejorable
Donde sí han acudido libreta en mano ha sido Aeropuerto Internacional de Fujairah, en los Emiratos Árabes Unidos. Allí, con el edificio más alto del mundo de fondo, Nissan se propuso batir el récord del polaco Jakub Przygo con un GT-R MY16 preparado para completar la gesta.
La preparación corrió a cargo de GReddy y las pruebas tuvieron lugar en Circuito de Fuji en Japón con Masato Kawabata al volante. Fue precisamente el campeón de Japón de la especialidad de Drift quien se encargó de subirse al GT-R que ha pasado a los anales de la historia.
Las pistas de aterrizaje eran lo suficientemente largas como para lograr el récord sin problemas. Nada más y nada menos que tres kilómetros para intentar superar los 300 km/h del récord anterior. ¿Cuál fue el resultado? 304,96 km/h y un ángulo de 30º para establecer un nuevo récord Guinness al tercer intento. ¡No está nada mal! Los neumáticos empleados fueron unos Toyo Tires especiales para soportar semejante baile.
No sé si este tipo de majaderías sirven para vender más coches, pero estoy convencido de que se graban en nuestra mente. Si antes ya asociábamos la imagen del Nissan GT-R con la de un vehículo deportivo, después de esto nos será todavía más fácil establecer esa asociación. Eso sí, echo de menos un vídeo de la hazaña. Por ahora no he sido capaz de encontrarlo, así que agradeceré que alguien nos facilite el enlace si logra dar con él.