Tranquilo, esta vez la cosa no va de emisiones desproporcionadas. La NHTSA, cuyo objetivo no es otro que «salvar vidas, prevenir heridas y reducir los accidentes de vehículos», está analizando casi medio millón de unidades del Ford Focus que se vende por esos lares para asegurarse de que el funcionamiento de sus puertas es correcto. Curioso, ¿verdad?
Un fallo que les resulta familiar
Son los modelos de 2012 y 2013 los que tienen la lupa encima, y por lo visto no es la primera vez que sucede algo parecido. Ya solicitaron la reparación de más de 450.000 Lincoln MKZ, Ford Fusion y Ford Fiesta por el mismo tema.
Decenas de quejas
Según hemos podido saber, la NHTSA recibió las quejas de 73 conductores con problemas relacionados con los pestillos. Al parecer, las puertas se abren sin que sea posible cerrarlas, por lo menos en el caso de un cliente que se hizo daño y otros tantos que tuvieron que tomar decisiones drásticas: atarlas de forma chapucera o directamente dejar de conducir.
Caso abierto
John Cangany, portavoz de Ford, se ha visto obligado a salir a la palestra para comentar en qué punto se encuentra este asunto:
Los pestillos del Focus son muy parecidos a los de esos modelos que tuvieron que ser revisados meses atrás, pero fueron fabricados por una empresa de suministros distinta. Estamos trabajando junto a la NHTSA para comprender qué es lo que provoca que las puertas se abran por error.
La NHTSA continuará haciendo pruebas para saber con qué frecuencia sucede. Si consideran que es imprescindible solucionar el problema se pondrá en contacto con Ford para que cambie los pestillos de todos los modelos afectados.