El número de mujeres que sufren amaxofobia, una fobia caracterizada por el miedo a conducir, es casi el doble que el de hombres. Por ejemplo, en España aproximadamente 8,5 millones de personas (el 33% de la población con carné de conducir) reconoce tener miedo a conducir cuando hace mal tiempo, hay mucho tráfico, por la noche o en trayectos nuevos.
Sin embargo, el número de personas para las que ese miedo es tan grande, que les impide conducir, ronda el 6 por ciento del total de conductores. Dentro de este grupo, hay que puntualizar que la mayoría son mujeres mayores de 40 años que han sufrido o presenciado un accidente de tráfico grave en alguna ocasión. La amaxofobia también la sufren los hombres, normalmente a partir de los 60 años y siempre por aspectos relacionados con la limitación de sus capacidades, como problemas de vista.
La amaxofobia suele afectar especialmente a personas que tienen miedo por la falta de control, que son inseguras y que sufren estrés o depresión de forma habitual. Normalmente tienen un perfil de personas muy responsables, autoexigentes, perfeccionistas y a quienes les gusta tener tenerlo todo bajo su control, incluida la conducción. Este tipo de personas se caracterizan porque a la mínima sensación de riesgo prefieren no conducir y ponen cualquier excusa para no salir de casa.
Las mujeres con amaxofobia suelen necesitar tratamiento psicológico para superar ese miedo, la mayoría se sienten frustradas, tristes, impotentes y con la autoestima baja. Todo debido a que no entienden por qué sufren este miedo irracional y no saben cómo superarlo. De modo que estas personas que se enfrentan al volante lo hacen siempre con ansiedad, nerviosismo, taquicardias y sudoración en las manos.
El mejor consejo es ponerse en manos de un profesor de autoescuela o de familiares para ganar confianza en la conducción y solicitar tratamiento psicológico en el caso de que el miedo haya aparecido después de un accidente.