Y lo será hasta el 2017. Esta criatura de Badalona, que empezó a nadar de niña por prescripción de su pediatra para enderezar su columna vertebral, se llevó dos medallas de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Uno no tiene el gusto de conocerla personalmente, pero cada vez que la he visto en la tele o he leído una entrevista suya, desborda una simpatía candorosa. Si tengo que elegir entre Mireia, un futbolista, un tenista, un cantante o una modelo con querencia a las revistas del corazón, que es lo que las marcas suelen contratar para su marketing, creo que me quedo con Mireia.
En noviembre cumplirá 24 años y ya tiene tres récords del mundo. En términos de su dedicación profesional, no ha habido en este país otro ser humano tan precoz dentro de una piscina.
No sabe nada de su vida privada porque no es de la incumbencia de nadie e, insisto, espero que siga siendo así, y que sólo la conozcamos por sus méritos acuáticos. Deseo que el contrato con Renault no la obligue a pasearse por platós infames en programas infames, y que tenga la inteligencia de limitarse a unas sesiones de fotos con coches y alguna aparición esporádica en anuncios de televisión. De esta segunda obligación contractual, cuanto menos, mejor.
Valores
Estamos en los tiempos del nominalismo, todo depende de las etiquetas que los demás te cuelguen. No eres quien eres, sino quien los otros deciden que debes ser. Renault arguye que Mireia Belmonte tiene tres “tags”; las personas se reducen a etiquetas en redes sociales. Éstas son “Superación”, “Dedicación” y “Espíritu Ganador”.
¿Son los responsables de marketing amigos íntimos de Mireira? A mí me parece que no. Entonces, ¿cómo la pueden definir en tres palabras y sentenciar que eso la convierte en el alma gemela de Renault?
La publicidad es vacuidad, pero cada vez más demenciada.
Si alguna vez, insisto, tuviese la oportunidad de encontrármela y charlar, tal vez una entrevista para Motor a Fondo… Si alguna vez, digo, se presentara la oportunidad, la felicitaría por lo que está haciendo y por haberle sacado un fardo de billetes a los galos.
En las primeras fotos, la vemos posando con el eléctrico Zoe. Buen coche, buenas prestaciones, buena autonomía para ser un eléctrico (150 km), y muy buen precio gracias a los actuales descuentos y subvenciones. Por menos de 15.000 € se puede adquirir un sólido competidor del Nissan Leaf.
El coste es tan bajo por el sistema de alquiler de la batería: 79 € al mes. Aún así, desde que empezó 2014, Renault ha vendido en España sólo un Zoe. Y no tengo muy claro que el rostro de Mireia o el de Mahatma Ghandi puedan invertir la tendencia.