Los pinchazos y reventones, dos de los quebraderos de cabeza en la automoción, están más cerca de ser erradicados. Aunque no es la única propuesta de ingeniería que existe, Michelin lleva dándole vueltas al asunto desde hace diez años y, según comunican, en la planta de Carolina del Sur ya fabrican las primeras ruedas que no se pueden pinchar.
Echando un vistazo al conjunto de fotos distribuidas por la marca, se percibe que la cubierta donde está el dibujo del neumático, el interior de la rueda y la llanta son todo una misma cosa. Multitud de radios deformables y adaptables al terreno.
La química del compuesto es el secreto y el santo grial; decir que el neumático contiene poliuretano es como decir que el bloque de pisos donde vivo contiene ladrillos. Más ambiguo y esotérico, imposible. Pero en el equilibrio de rigidez-ductilidad de este material se encuentra la clave para la efectividad del neumático en carretera, tierra o agua.
La serie X Tweel de momento está destinada a maquinaria que circula por terrenos muy complicados. Tractores agrícolas y camiones que se mueven en canteras o suelos imposibles como los vertederos de residuos serán los pioneros en el empleo de esta tecnología.
Quedan flecos por cerrar entre esto y los coches civiles o –por qué no– los vehículos del deporte del motor. Hay que pensar que este neumático redefiniría el concepto de la suspensión y la distribución de pesos a la hora de diseñar un automóvil o una moto.
Los dos primeros modelos
Por un lado, las cargadoras compactas como la que se ve en la imagen estrenarán la piedra filosofal. Para ellas está pensado el modelo Michelin X Tweel SSL.
Y luego tenemos las cortacésped John Deer ZTrak de la serie 900. La segunda criatura que no volverá a pinchar más. Depende del modelo Ztrak, estas máquinas de gasolina o propano alcanzan los 27 CV de potencia. La variante de neumático que usarán recibe la nomenclatura de Michelin X Tweet TURF™.
Quien golpea primero
Tiene la oportunidad de hacerlo dos veces. Ya he dicho al principio que Michelin no está sola en esto. El resto de grandes proveedores de neumáticos van haciendo su camino. Bridgestone y Hankook, por ejemplo, también poseen sus programas experimentales.
Pero es Michelin quien ha dado el primer paso comercial a gran escala, y eso le da ventaja. Creo que faltan años para la implantación masiva de estos neumáticos, pero no muchos. Si yo ocupara un cargo como responsable de producción en Michelin, híbridos y eléctricos serían mi siguiente paso.
