Malas noticias para el sector de la automoción. El pasado martes salió de la planta de producción de Ontario (Canadá) la última unidad de Mercury. La marca desaparece para siempre tras más de 70 años de historia, por culpa de la crisis y por una competencia que cada vez es más feroz en todos los mercados.
El Grand Marquis, que llevaba 25 años produciéndose, ha sido el último modelo que se ha fabricado, poniendo punto y final a una historia que desgraciadamente no podía tener un final feliz. Aunque se esperaba que la última unidad viera la luz antes de finalizar el 2010, las inclemencias climatológicas hicieron que la planta de producción se detuviera por unos días. Después de más de 21 millones de coches producidos, Mercury ahora sí que se despide para siempre.
En estos momentos Ford sólo tiene a Lincoln, una marca que siempre ha estado por encima de Mercury en cuanto a prestaciones y acabados. Es de esperar, por tanto, que la firma estadounidense centre ahora todos sus esfuerzos en Lincoln. Se espera que en los próximos años de el gran salto a Europa, algo que en su día ya hizo Toyota con Lexus.
¿A dónde irán a parar ahora las ventas que generaba Mercury? ¿A Lincoln o a la competencia?