Una de las novedades más importantes de Mercedes-Benz de cara al Salón de Ginebra es el nuevo Mercedes-Benz SL 63 AMG. El descapotable biplaza se mostrará con líneas renovadas, alta tecnología y eficiencia. En esto último ha tenido mucho que ver la reducción de peso que se ha logrado. Gracias a su estructura de aluminio ahora pesa 1.845 kilogramos, 125 menos que su antecesor.
El motor es un 8 cilindros en uve y 5.5 litros turboalimentado que entrega 537 CV de potencia y 800 Nm de par máximo. Además, opcionalmente se podrá recurrir al paquete AMG Performance para que la potencia sea de 564 CV y el par máximo de 900 Nm.
Gracias a su transmisión deportiva AMG Speedshift MCT-7 es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos, mientras que a los 200 km/h llega en 12,9 segundos desde parado. La velocidad punta está autolimitada a 250 km/h, pues si no lo estuviera lograría superar los 300 km/h sin apuros.
El ahorro de peso se ha traducido en ahorro de combustible. Su consumo mixto homologado es de 9,9 litros por cada 100 kilómetros recorridos, mientras que las emisiones caen hasta situarse en 231 g/km, cifra que sin embargo sigue siendo demasiado elevada.
Gracias a su chasis adaptativo será posible disfrutar de deportividad y confort. Su sistema activo de suspensiones denominado Active Body Control tiene culpa de ello, pues es posible decantarse por el modo Sport o Comfort en función de las necesidades del trayecto. Además, incluye un nuevo equipo de frenos de 390×36 mm y seis pistones en el eje anterior y 360×26 mm en el eje posterior. El freno de estacionamiento es eléctrico.
De serie monta unas llantas de 19 pulgadas que se colocan en unos neumáticos 255/35 R19 delante y 285/30 R19 detrás. De forma opcional es posible decantarse por el pack AMG Performance Studio para que los neumáticos sean de 255/35 R19 delante y 285/30 R20 detrás.