Decir que el Mercedes-Benz GLA es un superventas es mentir. Con lo el precio de partida que tiene es complicado convertirse en uno de los coches más vendidos en Europa o en Estados Unidos, si bien es cierto que las diferencias en la renta per cápita de los países puede hacer que asome en el Top Ten en ciertos lugares.
No es el caso de España, donde predominan los utilitarios y los compactos que no tienen nada de premium. A pesar de ello, el GLA es un coche que está reportando muchos beneficios a la compañía y por eso no es de extrañar que hayan presentado su actualización tres años después de lanzarlo al mercado.
Ganancia aerodinámica
El Salón del Automóvil de Detroit ha sido testigo de su puesta de largo a nivel mundial. Allí hemos podido comprobar que tiene la misma altura y la misma anchura que su predecesor, aunque ha ganado 7 milímetros que no le perjudican a nivel aerodinámico. Todo lo contrario. Ahora, gracias a una serie de modificaciones en el difusor y el alerón posterior, su coeficiente aerodinámico (Cx) pasa de 0,29 a 0,28.
Cambios estéticos
No es lo único que ha cambiado en este SUV compacto que compite con el Audi Q3, el BMW X1 o el Range Rover Evoque. También hay que hablar de nuevos paragolpes, nueva parrilla frontal y llantas de aleación con diseños renovados. Además, hay que sumar un color a la carrocería (Canyon Beige) y hay que mencionar que los faros de xenón desaparecen para dejar su lugar a unos pilotos con tecnología LED que hacen las funciones de luces cortas y largas. Mercedes-Benz dice que éstos consumen un 60% menos de energía, así que bienvenidos sean.
Nuevas chucherías
En el habitáculo poco ha cambiado. Detalles como el diseño de ciertos botones o las agujas del cuadro de instrumentos hablan de un lavado de cara mínimo. Bastante mejores son las novedades que tienen que ver con el equipamiento, ya que ahora incorpora el acceso y arranque manos libres que también permite abrir el maletero de forma eléctrica, pasando el pie por debajo del paragolpes trasero para facilitarnos la vida. Además, suma una cámara de 360 grados que ofrece una visión cenital y periférica del GLA.
Los motores siguen siendo los mismos
Lo que permanece inmóvil es el catálogo de los motores, por lo menos en España. Podremos pedir cuatro gasolina (GLA 180 de 122 CV, GLA 200 de 156 CV, GLA 250 4MATIC de 211 CV y AMG GLA 45 4MATIC de 381 CV) y dos diésel (GLA 200 d de 136 CV y GLA 220 d de 177 CV). Lo que no sabemos es si los ingenieros han introducido alguna mejora en dichos bloques que nos permita citar una reducción en los consumos y las emisiones.
La caja de cambios es manual de seis velocidades en los GLA 180, GLA 200 y GLA 200 d, que en opción pueden montar un cambio automático de siete relaciones. Éste viene de serie en el resto de variantes, mientras que la tracción integral solo está incluida en los GLA 250 4MATIC y el AMG GLA 45 4MATIC, si bien es cierto que el GLA 220 d puede pasar de tracción delantera a tracción total si el cliente lo desea.
AMG GLA 45 4MATIC con el pack Yellow Night Edition
Hay que decir que el AMG GLA 45 4MATIC también mejora su coeficiente aerodinámico, que pasa de 0,34 a 0,33. Eso no repercute positivamente en las prestaciones y el consumo, ya que acelera de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y consume una media de 7,4 l/100 km como su predecesor. La novedad, disponible en algunos países entre los que no se encuentra España, es el paquete decorativo Yellow Night Edition que puede adornar la versión. En la galería de imágenes puedes apreciar cómo queda la carrocería con ciertos detalles de color amarillo que no pasan desapercibidos.
Tres suspensiones en una
Por último, y no por ello menos importante, la suspensión del nuevo GLA sigue dando tres opciones al conductor en función de su configuración: estándar, deportiva (rebaja la altura de la carrocería en 15 milímetros) y off-road (incrementa la altura de la carrocería en 30 milímetros).