Muchos modelos actuales van a mutar su denominación y los que vengan luego responderán a lógicas algo distintas a las que conocemos desde principios de los años noventa. No es que vaya a ser algo muy drástico, pero sí que hay una nueva estrategia definida a la hora de fijar las nomenclaturas. Intentando solucionar dudas y arrojar un poco de luz al asunto, en este artículo daremos las pautas básicas para entender la gama Mercedes de ahora en adelante.
En primer lugar, hay algunos que se van a quedar tal cual, por su trayectoria histórica o prestigio dentro de la casa, o porque unas siglas ya están demasiado interiorizadas en la cultura automovilística. Claros ejemplos son el SUV Clase G, así como el logo ‘4Matic’ para aludir a la tracción en las cuatro ruedas.
Las Clases
La división entre A, B, C, E y S permanece inalterada. Cada una de las grafías, como sabemos, concierne principalmente a un tamaño de vehículo, y son el núcleo o corazón del catálogo. ‘A’ sería el compacto y ’S’ la berlina más grande. La clase B marcaría la excepción, puesto que no responde a la talla sino al tipo de carrocería. El ‘B’ de Mercedes tiene enfoque de monovolumen mediano, o minivan, para los países de lengua anglosajona. En Mercedes esta silueta lleva por etiqueta ‘Sports Tourer.’
En el siguiente esquema vemos los demás moldes.
Interesante remarcar que los camperos GL, ML y GLK adoptarán las siglas GLS, GLE y GLC, respectivamente. Es decir, todo aquel producto SUV u offroad empezará siempre por ‘GL’.
Y con los roadster, otro tanto; el SLK se modificará como SLC.
Los combustibles
Una imagen más para ilustrar sin líos esos sufijos o grafemas en minúsculas que siguen al apelativo del modelo, y que tienen su origen en el combustible. Ahora quedará todo más simplificado.
La pauta es fácil de seguir. Si no pone nada, funciona con gasolina. Si hay una ‘d’, es diesel. Si hay una ‘c’, estamos ante un bifuel Gasolina + Gas Natural Comprimido. Si hay una ‘e’, es un eléctrico. Y, obviamente, si hay una ‘h’, se trata de un híbrido.
Vergibracia, tomemos un ML 350 BlueTEC diesel. Como los todoterreno llevarán las siglas ‘GL’ delante y una ‘d’ minúscula detrás, deberemos hablar del GLE 350d.
El más esperado, probablemente, será el que se apellide con una ‘f’, indicando que una pila de hidrógeno moverá a una máquina libre de gasolineras y enchufes.
¿Por qué?
Dentro de los diesel, a partir del 2015 habrá que conocer el libreto de las especificaciones del motor para distinguir entre los CDI con filtro de partículas y los BlueTEC con un sistema de urea para la depuración de emisiones. Pero el público de Mercedes necesitará esa reorganización más eficaz y comprensible, porque estamos esperando un florecimiento de la oferta.
En los siguientes sesenta meses pululan alternativas de hasta 11 vehículos de nuevo cuño, en función de qué fuente se consulte. Prototipos avistados en Nürbürgring y el concept novel G-Code auguran un despliegue de Mercedes como no lo hemos conocido en los 128 años de historia de la marca de Stuttgart.