Nunca es suficiente, y menos cuando Mercedes-Benz y AMG se ponen a trabajar codo con codo. Por eso a nadie debería extrañarle que se lleven al Salón de París la versión más potente de la Clase GLC, el GLC 43 4MATIC Coupé. Estamos hablando de un SUV deportivo que monta bajo el capó un motor V6 biturbo que entrega 367 CV como si nada.
Va asociado a una caja de cambios automática 9G-TRONIC y la tracción es a las cuatro ruedas. A partir del 6 de octubre aceptarán pedidos, aunque éstos no llegarán a los concesionarios hasta diciembre. Buen regalo de Navidad, ¿no te parece?
Novedades que alegran la vista
A nivel estético también hay cambios importantes. La radicalización se nota al pisar el pedal del acelerador, pero también al echarle un vistazo tanto por dentro como por fuera. De ahí que luzca una parrilla frontal con efecto diamante y unas tomas de aire que están acabadas en cromo, el mismo material que han empleado para resaltar la belleza del splitter.
Sus llantas de aleación, de cinco radios dobles, no pasan desapercibidas por el simple hecho de contar con un diámetro de 19 pulgadas. Son de color negro brillante y nos cuentan que han sido pulidas para que brillen una barbaridad. Los neumáticos que las alojan son de 235/55 R 19 en el eje delantero y 255/50 R 19 en el trasero. Eso sí, de forma opcional ofrecen la posibilidad de añadir otras llantas de 21 pulgadas con un acabado bicolor precioso.
Si nos desplazamos hasta la parte posterior, lo que más nos llama la atención son los escapes cromados y el faldón. Los grupos ópticos son muy estrechos y quedan bastante cerca del pequeño alerón que completa la silueta de la zaga.
Motor que sorprende por su bajo consumo
El propulsor, como he dicho anteriormente, es un V6 biturbo. Son 3.0 litros muy bien aprovechados, ya que desarrolla 367 CV (entre las 5.500 y las 6.000 rpm) y 520 Nm de par máximo (entre las 2.500 y las 4.500 rpm). Eso le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y alcanzar una velocidad punta de 250 km/h. Sin embargo, lo más sorprendente de todo es que solo consuma una media de 8,4 l/100 km y emita 192 g/km de CO2. Normal que lo destaquen constantemente en el vídeo que han preparado para darlo a conocer.
Buena puesta a punto
De la suspensión hay que decir que es adaptativa. Se endurece cuando hace falta en beneficio de la estabilidad. Desaparece el balanceo en el paso por curva y no hay que preocuparse en exceso al acelerar o al frenar con brío. Juega con los ejes para que no nos enteremos de nada.
La dirección tampoco es cualquier cosa. Se beneficia de la desmultiplicación variable y trabaja junto a una servodirección que puede adoptar dos posturas: Confort y Sport. Eso es algo que podemos elegir a través de AMG Dynamic Select, que contempla cinco modos de conducción: Eco, Confort, Sport, Sport Plus, Individual.
Habitáculo lujoso y deportivo
El interior de este Mercedes-AMG GLC 43 4MATIC Coupé es todo lo deportivo que puedas imaginar. El negro y el rojo son los colores protagonistas y los listones en aluminio le dan ese toque de caché que nunca está de más. Los asientos están a la altura gracias al agarre lateral que ofrecen. Están tapizados en símil de cuero Ártico y microfibra Dinámica y van a juego con los paneles de las puertas.
El cuadro de instrumentos está formado por dos grandes relojes y una pantalla de 5,5 pulgadas. Bastante más grande es la pantalla del sistema de infotainment, que a pesar de ello no es monstruosa. Son 7 pulgadas para controlarlo todo. Eso sí, dicho tamaño puede crecer hasta las 8 pulgadas si se pide como extra COMMAND Online, en cuyo caso puedes recibir tanto la radio como la televisión digital, al tiempo que tienes acceso Wi-Fi y control por voz.
Fotos del Mercedes-AMG GLC 43 4MATIC Coupé
