El buen estado de los neumáticos puede salvarte la vida en situaciones extremas (y no tan extremas). El 73% de los coches que circulan por las carreteras lo hacen con una presión en los neumáticos inferior a la recomendada y eso puede suponer insuficiente capacidad de adherencia al asfalto. El riesgo de sufrir un accidente por el mal estado de los neumáticos se dispara en la época de lluvias y frío.
El 4% de los neumáticos rueda con menos de 1,6 milímetros en el dibujo (límite legal), lo que hace aumentar la distancia de frenado y se multiplicará el riesgo de aquaplaning.
Recomendaciones importantes
Recomendamos comprobar la presión de inflado de forma regular, como mínimo una vez al mes o siempre antes de iniciar un largo viaje. Es la única parte del coche que está en contacto con la carretera, así que es muy importante que esté en perfectas condiciones.
Recuerda que comprobar la presión de los neumáticos es fácil y gratuito, puesto que se puede hacer en cualquier gasolinera española. Es importante que se mida la presión con los neumáticos en frío, ya sea cuando el vehículo lleva estacionado más de una hora o no ha recorrido más de tres kilómetros a baja velocidad. Evita siempre que puedas subir las ruedas a los bordillos (ya que se fuerza la cámara del neumático) y las frenadas bruscas para no forzar un desgaste prematuro.