¿Están locos? ¡No! Son fieles a sus principios y van a fabricar superdeportivos, que es lo que han venido haciendo desde que en 1989 se creó McLaren Automotive. Para algunos es perder una oportunidad, como si un joyero se niega a vender anillos de compromiso. Para otros, sin embargo, es una demostración de que todavía podemos encontrar empresas que no se dejan llevar por las modas, por el «borreguismo» que impera en la calle.
Confirmado por el CEO
Lo sabemos gracias a las declaraciones de Mike Flewitt, el jefe de McLaren. Durante el Salón del Automóvil de Shanghái no se ha arrugado y ha respondido a todas las preguntas que le han formulado los periodistas acreditados. Una de ellas era sobre los SUV, y no ha podido ser más claro y contundente a la hora de responder:
Necesitamos estar muy centrados. McLaren es una marca de deportivos y eso es exactamente lo que vamos a seguir siendo.
McLaren no tiene nada de generalista, desde luego. Es una marca muy exclusiva que en 2013 vendió 1.400 unidades y que este año aspira a vender 1.600. De hecho, quieren presentar un modelo nuevo cada año (o una actualización) para llegar a las 4.000 unidades vendidas en 2017.
Para eso no necesitan recurrir al segmento de los SUV. Los superdeportivos dejan un margen más suculento y son coches más racionales (dentro de lo irracional que puede ser acelerar de 0 a 100 km/h en 3 segundos por ciudad). Se van a agarrar a eso de «zapatero a tus zapatos» y no fabricarán modelos que nada tienen que ver con los actuales P1, 650S y 12C, que se despide con una edición limitada.
¿Qué pasa con sus competidores?
Veremos qué es lo que pasa con otras marcas. Lamborghini ya ha sucumbido arrastrado por la corriente del Grupo VAG, donde lo único que cuenta es vender más. Porsche ya lo hizo hace tiempo (años atrás con el Cayenne y ahora con el Macan) y no me extrañaría ni un pelo que Ferrari se planteara fabricar un SUV en un futuro no demasiado lejano.