McLaren se ha superado para no tener problemas de audiencia en el Salón del Automóvil de Dubái. Es un evento muy importante para los fabricantes de superdeportivos, así que los británicos han echado el resto y se han sacado de la manga un one-off que solo podrá conducir un jeque.
Una frase que resume una filosofía de vida
No es más que un McLaren 720S, solo que de color negro y con varios detalles en dorado. Además, en el alerón trasero se puede leer una cita en árabe del fundador de la compañía, Bruce McLaren: «La vida se mide en logros, no solo en años».
Los colores le sientan francamente bien. Ha tenido muy buen gusto el cliente que lo ha solicitado a través de McLaren Special Operations (MSO), el departamento de operaciones especiales de la casa. Lo que no sabemos es el dineral que habrá tenido que pagar para tener este 720S único en su especie.
Cambios puramente estéticos
A nivel mecánico no hay cambios. El motor es el mismo y la configuración del chasis es idéntica. Lo que le distingue de un 720S convencional es el color Zenith Black con acabado satinado que comparte espacio con el dorado que se muestra en las llantas de aleación, en el alerón trasero y en el interior. Y no solo ahí, sino que también aparece en el motor en forma de escudo térmico realizado con oro de 24 quilates.
Como acabo de comentar, los toques dorados se dejan ver en el habitáculo, concretamente en el volante, en los paneles de las puertas y en las levas que sirven para cambiar de marcha de forma manual. Tejidos como la piel y el Alcantara se encargan del resto, y como no podía ser de otra forma también apreciamos ciertos elementos en carbono visto.