Prácticamente una década les ha llevado a los de Módena darle el relevo al Quattroporte. En diez años hay demasiados avances tecnológicos como para sostenerse en el mercado sin la etiqueta de dinosaurio. La presentación oficial y oficiosa la harán en el Salón de Detroit y las ventas arrancarán en primavera, aunque los ingleses se quedarán algo descolgados, pues no habrá versión con volante a la derecha hasta entrado el verano.
El estilo sigue siendo más italiano que los tortellinis, desde luego nadie va a confundirlo con un coche fabricado en Alemania. Antes que dejar ir mis propias impresiones sobre la carrocería, mejor poner las palabras del propio jefe de diseño, Lorenzo Romaciotti: “Algunos elementos que caracterizaban la generación anterior se han mantenido a propósito, como la parrilla frontal, las tres entradas de ventilación y el pilar C con forma triangular. Al mismo tiempo, se han introducido novedades que son estéticas y funcionales. Un relieve pronunciado que cruza todo el lateral del coche y que le da un toque musculoso pero sin perder elegancia, unos nuevos grupos ópticos delante y detrás y los cristales sin marco en las puertas”.
Las medidas del coche no las han revelado aún, pero es considerablemente más grande el anterior. Se trataba de distanciarlo del proyecto Ghibli, una berlina que por tamaño se las tendrá que ver con coches como la Serie 5 o el Panamera. El Quattroporte ya es otra liga, está más en la estratosfera.
Motores y tecnología
Nada confirmado de momento, pero sí que se cuenta con una rotunda evolución de los motores V6 y V8 existentes, cuestión obligada si quieren poder cumplir con las normas de emisiones. La noticia caliente, o más bien el rumor, es la aparición de un turbodiesel, cosa inédita en Maserati y que hará que más de un fanático se estire de los pelos. Pero todo apunta a que es un paso necesario para vender más vehículos en Europa.
Y es que según su CEO, Harald Wester, Maserati tiene un plan estratégico para alcanzar las 50.000 unidades por año en el 2015. Es un riesgo crecer, porque te puedes dejar por el camino los valores de 100 años de historia. Aunque Wester insiste en que todo está controlado y que su marca será un competidor global, abriendo dos nuevas plantas de producción en diferentes continentes. Se están preparando para poder fabricar tres nuevos modelos que entren en tres nichos de mercado donde Maserati nunca se había metido antes. Oiremos cosas de la marca del tridente muy pronto.