Lo primero que quiero hacer es un llamamiento al pozo de sabiduría que reside en nuestros lectores. Yo no soy un experto, y por unos sitios leo que Jenna está retirada del porno, y por otros sitios dicen que no. A ver si, por favor, alguien nos puede mandar un comentario y aclararme cuál es la situación laboral de la señorita actualmente. Lo que sí he sabido, porque las fuentes son unánimes, es que Jenna Jameson está considerada una superstar, una diosa o una starlette, según de donde le lluevan los piropos. Así que es de las que tiene (o tenía) un caché bien alto, y en el 2010, como el que no quiere la cosa, hizo una operación de leasing por un Maserati Quattroporte S. Un Ford Fusion no debía tener suficiente maletero para sus necesidades.
Maserati Financial Services la ha demandado ante la corte superior del Condado de Orange por no pagar las mensualidades del leasing desde el mes de enero y por negarse a devolver el coche. Declaran que ese vehículo es considerado ahora un coche robado y que además de reponerlo ha de pagar 87.000 euros. Parece que la crisis ha llegado también a la famosa industria multimillonaria del porno americano.
Pero la princesa ya ha tenido otros altercados con coches. Ya se sabe que las personas necesitamos varios coches para cubrir nuestras necesidades de desplazamiento. Pues bien, hace unos meses conducía por la costa con su Range Rover customizado y se estampó contra un poste. Al parecer, Jenna tenía en ese momento su licencia de conducir en suspensión, y para acabarlo de endulzar todo, dio positivo en los tests de alcoholemia y drogas. A lo mejor alguien se pregunta por la salud del pobre Range Rover: unas rascaditas de nada, total la reparación sólo subía 40.000 y pico euros.
Estos problemillas financieros también los están acusando otros personajes de Hollywood, no sólo dentro del porno. El bueno de Nicholas Cage anda en las mismas por el leasing impagado de dos Rolls Royce. Como está el mundo, pobre gente.
Y no sé qué me ha pasado… En las fotos que he buscado sólo salía esta moza tan lozana (en ninguna iba muy abrigada que digamos), y ni rastro del Maserati Quattroporte S. Debe ser el verano que nos trastorna…