Los mejores coches 100% españoles (II)


En el mundo del diseño automovilístico, el carácter de un país se plasma inexcusablemente en los rasgos estilísticos de un coche. Cuando indagamos en el pasado de España, son muchos los automóviles 100% nacionales que enseñaban sus líneas en los salones mundiales del motor más célebres que existían. Algunos llamaban la atención, aunque otros tampoco caerán nunca en el olvido por otras razones. ¿Cómo cuales? No olvides visitar la primera parte de esta lista con los mejores coches fabricados en España.

Hispano-Suiza T-49 (1925)


La famosa empresa catalana de coches de lujo y competición ‘Hispano-Suiza‘ ha desarrollado modelos tan bellos y distinguidos como el Modelo T56, el T64 o el HS26 Junior Cabriolet. No obstante en Diciembre de 1925, la fábrica de La Sagrera lanzó 36 unidades del nuevo miembro de la casa, basado en el gran H6 francés. Así, el T-49 se instauró como uno de los modelos más equilibrados, tecnológicos y elegantes de la marca, siendo del uso personal de S.M. la Reina e incluso debutando en el cine con la película ganadora de un Oscar ‘Belle Epoque’ de 1994. Su versión de carrocería ligera de aluminio tipo Vanden Plas le permitía alcanzar los 130 km/h gracias a un motor de seis cilindros.

Elizalde Modelo 48 (1914)


Antes del nacimiento de Seat como compañía de coches, las calles de Barcelona ya habían presenciado en diciembre de 1914 el paso de un modelo 100% español; el Elizalde tipo 11. Sin embargo, no fue hasta 1921 cuando la empresa catalana subió a los stands del Salón de París triunfando con su colosal modelo Elizalde 48. Se trataba de un extraordinario coche limitado a 5 unidades cuyo altísimo coste de producción (fue el primero en incorporar frenos en las cuatro ruedas) y sus exageradas dimensiones de 5,6 metros de longitud, le otorgaban un coste de 60.000 pesetas la unidad. Aun así, dos de estos ejemplares se exportaron a Cuba y Argentina.

Donosti (1923)


Agustín Mañero y Gregorio Mendiburu, propietarios y socios del ‘Garaje Internacional‘ en San Sebastián (cadena de talleres y fundiciones, importación y exportación de componentes de automóvil), se lanzaron en 1924 a crear desde 0 un vehículo propio. El modelo bautizado como ‘Donosti‘, vio la luz como coche de seguridad en el Gran Premio de Lasarte en julio de 1928 (con el mismo Agustín Mañero al volante), exhibiendo una velocidad media de 114 km/h ante los ojos del Rey Alfonso XIII.

JBR (1923)

El catalán José Boniquet Riera, remachó en su propio domicilio uno de los coches españoles más reconocidos en competiciones nacionales de la época, el JBR. Este cyclecar deportivo con motor Ruby ganó en 1923 el “Armangue Trophy” (organizada por la Real Moto Club de Catalunya) en categoría de 750 cc. En 1924, Boniquet regresó con una nueva marca ‘Storm’ (Siempre Triunfantes, Óptimo Rendimiento Motor), con dos versiones mejoradas de aquél JBR llamadas Torpedo y Competición.

Comarth S1 X-Oly y el Xtamy (2003)


La empresa murciana Comarth, con una gran proyección dentro del mundo automotriz, fue creada en 1999 por José Antonio Martínez Marín junto a un equipo de diseñadores y mecánicos que construyen sus modelos de forma totalmente artesanal. Sus dos últimos deportivos, el Comarth S1 X-Oly y el Xtamy han generado éxito y atención en mercados como el francés y el inglés, a pesar de ser una marca con ADN patrio. Ambos son una maravilla en muchos aspectos: el Xtamy (imagen) es un pequeño roadster descapotable de aspecto deportivo y un tanto futurista, cuyo motor de 1.6 litros de origen Ford, despliega una potencia de 122 CV y una aceleración de sólo 5,5 segundos en el 0 a 100. Por otro lado, el Comarth S1 X-Oly es también un roadster (mucho más sencillo) de dos plazas y con motores de 90 y 125 CV que llegan a los 195 y 225 Km/h de velocidad punta.

Hurtan Grand Albaycín (2009)


La pequeña empresa afincada en Santa Fé (Granada) ‘Hurtan Desarrollos‘ ha llevado a su máxima expresión el gusto por los deportivos artesanales de corte clásico. Fundada por Juan Hurtado González en 1967, de su taller han salido elegantes modelos como los presentados en 2009, el Albaycín y el espectacular roadster Grand Albaycín que vemos en la imagen. El primero está influido por líneas automovilísticas de los años 50, mientras que el segundo (también descapotable) cuenta con una motorización más potente y una dinámica mejor equilibrada. Bajo su capó esconde dos tipos de motores: un bloque de 1.6 litros atmosférico de 110 CV y de origen Renault (su coste es de 57.000 euros), y un propulsor de 2.0 litros y 182 CV heredado del Clio RS. Ésta es su versión más lujosa y su precio es de 64.000 euros.

Aspid GT-21 (2012)


La compañía española, anteriormente conocida como IFR, presentó en 2012 un peculiar y agresivo prototipo deportivo con motor central-delantero V8 de 4,4 litros y nada menos que 450 caballos. Puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos y alcanzar una velocidad punta de 305 km/h. Según su eslogan de fabricación, el Aspid GT-21 está dispuesto a «rescatar las sensaciones» en la conducción. Impresionante, ¿verdad?

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2 comentarios

  1. Me ha gustado el reportaje. España debería tener como en el pasado fábricas de coches. Por que una cosa queda clara. En España siempre ha habido talento y conocimiento. Y es una lástima que no tengamos industria automovilística propia y tengamos que comprar coches alemanes aunque sea con el logo de SEAT. Si miramos a los países europeos, todos tienen sus marcas propias. ¿Qué le pasa a España actualmente? Me recreo en el pasado.

  2. Para mi no hay coche mejor que el Español , fiavilidad , comodidad , potencia , diseño .

    Pero creo que los Empresarios Españoles tienen la culpa de undir la indrustria Españolas ( SON CORRUPTOS Y ABARICIOSOS ).

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