En Semana Santa empezaron a probarlos y por lo visto les ha gustado el resultado. Desde el pasado 1 de agosto, aprovechando la operación salida de vacaciones, la DGT ya está multando con sus famosos drones, esos que utilizan toda lo último en tecnología para cazar a esos conductores que no respetan la normativa de tráfico.
No creas que solo se van a utilizar para sancionar a quienes superan el límite de velocidad máximo permitido, sino que también serán capaces de pillar a quien conduzca con el móvil en la mano como si eso no fuera peligroso.
Una amenaza repleta de ventajas
La amenaza está en el aire y esta vez no llega en forma de helicóptero. Es algo mucho más discreto y difícil de detectar, así que estoy convencido de que la DGT se frota las manos ante el aluvión de sanciones que van a enviar en los próximos meses. Veremos si con dicha amenaza se reduce el número de accidentes mortales, que al fin y al cabo es el objetivo que se persigue.
El Centro Español de Metrología (CEM) ha sido el encargado de expedir la certificación necesaria para que los drones puedan ser utilizados por los agentes de la autoridad. Rubén López, responsable de Medios Aéreos de la DGT, ha aclarado que por ahora los drones no son capaces de medir la velocidad, pero eso es algo que llegará más pronto que tarde.
La Guardia Civil ha podido adquirir una buena flota de drones, que como puedes imaginar son bastante más económicos que los helicópteros. Además, son capaces de acceder a zonas complicadas para un helicóptero, y no hay que descartarlos en jornadas con una climatología adversa como sí sucede con las aeronaves.