Malas noticias para Toyota en Estados Unidos, por si ya tuviera pocas. El fabricante japonés acaba de ver como su marca de lujo, Lexus, tampoco es todo lo segura que debería. Después del famoso Pedalgate, ahora se han descubierto problemas en el Lexus GX 460, o al menos eso es lo que se asegura desde la revista Consumer Report.
Al parecer, durante una prueba del control de estabilidad no lograron controlar el vehículo ante un cambio repentino de trayectoria. Esto significa que el riesgo de vuelco es importante, lo suficiente como para no poder hacer mucho el loco al volante.
Todo el mundo ya está informado del problema y las ventas de este modelo se han suspendido. Sin embargo, para 5.000 conductores ya es demasiado tarde, pues lo compraron sin saberlo. La NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration), ya les ha recomendado que conduzcan con mucha precaución para evitarse accidentes. No hay que conducir a velocidades elevadas y hay que evitar los giros bruscos.
Según hemos podido saber, Toyota ha atribuido el problema a un fallo en el software del control de estabilidad. Además, para tranquilizar a la gente, han asegurado que el Land Cruiser, modelo en el que se basa el Lexus, no tiene ese mismo problema.