Sí amigos. Volkswagen no siempre brinda con Moët & Chandon para celebrar que sus cifras de ventas son positivas. En ocasiones también aparece el fantasma de los números rojos, que es precisamente lo que les ha ocurrido en el mes de enero que dejamos atrás hace 12 días.
El fabricante alemán no ha podido vender más unidades que en el mismo periodo de 2014 por los problemas que ha tenido en dos mercados clave: China y Brasil.
Un 2,8% menos
Han vendido 507.100 coches en todo el mundo durante el mes de enero, mientras que el año pasado se matricularon 521.600 unidades. Es un 2,8% menos con el que no deberían ponerse excesivamente nerviosos, aunque ya se sabe que los accionistas siempre quieren más y suelen tener problemas para digerir los malos resultados.
Pinchazos en China y Brasil
Esta vez no hay que mirar a Europa para buscar culpables. Las ventas crecieron un 3,6% en Alemania y en otros mercados importantes del viejo continente. Donde les ha ido francamente mal es en los dos países que he citado anteriormente. En el mercado chino vendieron 267.800 unidades, lo que se traduce en un 0,7% menos que en enero de 2014, y en Brasil el descenso ha sido del 15%. Un descenso que se ha contagiado a otros países de Sudamérica.
El Jetta salva los muebles en Estados Unidos
Otro mercado en el que no han tenido problemas es el estadounidense, donde el lanzamiento del 2015 Volkswagen Jetta presagiaba una buena cifra de ventas. Todo lo contrario de lo que ha sucedido en Rusia, donde la caída del precio del barril de petróleo y la guerra con Ucrania ha perjudicado al rublo. A los rusos no les salen los números a la hora de comprar coches y por eso algunos fabricantes han decidido paralizar las ventas por esos lares. Volkswagen, que todavía no ha cerrado sus concesionarios, solo ha vendido 6.200 coches, un 28% menos que en enero de 2014.
¿Tomarán medidas?
Es pronto para hablar de cabezas que podrían rodar y coches que podrían desaparecer del catálogo. Eso sí, el Volkswagen Up! está en el centro de todas las miradas por ser un coche que dejando poco margen de beneficio no se está vendiendo tan bien como esperaban. Su lanzamiento ha sido un fracaso similar al de sus hermanos, el Citigo y el Mii.
El Grupo VAG aspira a convertirse en el mayor fabricante de coches del mundo, pero por ahora es Toyota el que sigue a la cabeza. El año pasado vendieron 10,1 millones de unidades entre todas las marcas que forman parte del conglomerado, 6 de las cuales llevaban la placa de Volkswagen.