Otro balance más; otro mes más en situación crítica. Las ventas de turismos en España continúan sumidas en su crisis más profunda. Las matriculaciones de coches y todoterrenos alcanzaron las 64.732 unidades durante este pasado mes de febrero. Es decir, un 2,1 por ciento menos en comparación a hace doce meses. Y no se vendían tan pocos coches desde 1993. En este informe, realizado por las asociaciones del sector, se aprecia que los millonarios tampoco gastan muchos euros, puesto que descendieron las matriculaciones de automóviles de gama alta. Consecuencia: la edad del parque móvil de España está en mínimos.
Las asociaciones de vendedores (Ganvam) y de fabricantes (Anfac) han puesto de manifiesto, nuevamente, por el difícil estado en el que se encuentra el sector automovilístico en España. Es decir, está muy afectado por la crisis, a pesar del exiguo crecimiento experimentado en enero (sobre un 2,5 por ciento). Febrero ha devuelto a la realidad a este sector: nueva caída y ya van casi dos años en caída… sin frenos. Esto en cuanto a los particulares, a los cuáles se les estimuló con sugerentes ofertas basadas en descuentos por entrega de vehículos antiguos o mejoras en el equipamiento de los nuevos modelos. No hubo efecto rebote. Entre las empresas, la situación tampoco funcionó: un descenso de un 6,7 por ciento. Esto contrasta con las empresas de alquiler, que adquirieron nuevos modelos, permitiendo un crecimiento de un 3,8 por ciento con 25.568 unidades.
De esta forma no es muy difícil exponer que la edad de los automóviles en España está en niveles comparables a los coches que conducen en países como Rumania, Grecia, Estonia o Turquía. Es más, según este informe, se calcula que para 2014, la mitad de los vehículos que circulen por España cuenten con más de 10 años de antigüedad. Y otra consecuencia. Ésta más dura: más despidos en este sector. Pero lo más llamativo es el descenso en las ventas de coches de lujo, algo que no venía siendo frecuente en las últimas estadísticas. Hasta un 30 por ciento. Malos tiempos cuando se aproxima, además, el salón de Ginebra. Nuevos modelos, pero sin compradores futuros.