En Cataluña, como en el resto de España, están muy preocupados por el incremento de las víctimas mortales en accidentes de tráfico en lo que va de año. En lo que va de año han muerto 104 personas en las carreteras catalanas, un 7,2% más que en el mismo periodo en 2011. La cifra es bastante más baja de la que anunció María Seguí. La principal responsable de la Dirección General de Tráfico cifró ese incremento en un 17%.
Sea como sea, el Departamento de Interior, dirigido por Felip Puig, ha decidido establecer una medida que tratará de reducir esa cifra de siniestralidad: las personas que sean multadas por tercera vez por una conducta grave (circular sin cinturón, conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas y circular a más de 190 km/h) tendrán que pagar las multas con un incremento del 30% sobre su cuantía habitual.
El plan entrará en vigor el próximo 1 de julio y contemplará otras medidas. Por ejemplo, circularán más Mossos d’Esquadra por las carreteras y habrá más controles. Se vigilará con más frecuencia a través de los medios aéreos del Servicio Catalán de Tráfico (SCT), la rotación mensual de los radares fijos subirá un 25% y también se colocarán más vehículos camuflados para pillar a quienes creen que no están en peligro de ser cazados por un radar.