La DGT ha seguido una política muy cruda en sus campañas de concienciación contra las imprudencias al volante. Los excesos de velocidad y el consumo de alcohol o drogas son los dos temas sobre los que han gravitado siempre los spots. Recreaciones duras y realistas de accidentes, testimonios reales de personas que han perdido gente en el coche, o que han quedado inválidas. Realidad documentada y plantada a los ojos del espectador esperando a que reacciones. Pero el debate sigue abierto, ¿sirven de algo?
Estos tres vídeos que vais a ver pertenecen a otros países, donde se sigue un enfoque psicológico similar. Detrás de todas las campañas hay siempre agencias de publicidad, y detrás de ellas, buenos directores que se aseguran de que el mensaje, ciertamente, lo recuerdes después de apagar la tele. Pero ¿cuándo se excede un límite?, o, más concretamente, ¿hay un límite en los esfuerzos para que la gente sea cauta?
En España se han hecho anuncios advirtiendo también sobre la fatiga al volante, el peligro del uso del teléfono móvil, y sobre la especial atención y medidas de seguridad para los pasajeros más vulnerables: los niños.
Pero luego vienen las diferencias culturales entre países. En Méjico, en Estados Unidos y en el Reino Unido, las mujeres que se maquillan mientras conducen y se estrellan son un fenómeno que preocupa incluso a las marcas de coches. Mirad estas dos acciones virales de MINI y de Volkswagen. Una la enfocan con sentido del humor y la otra está en el polo opuesto. El de Volkswagen es más largo y no entiendes nada hasta el final. Pero no hace ninguna gracia…
Polémica en el Reino Unido
El de Departamento de Transporte del Reino Unido se ha alineado esta semana en el estilo más polémico subiendo al puesto número 1. El discurso es cristalino y más viejo que aquel anuncio de Stevie Wonder: “Si Bebes no Conduzcas”. El vídeo está dando vueltas por internet y reabre descarnadamente la discusión de si esto es necesario y el fin justifica los medios, porque al final va a salvar vidas.
Yo no puedo posicionarme. Creo que el espectador se vuelve insensible al final. A diario millones de personas comen delante de la tele, a la hora del noticiario, y se están poniendo finos con un plato lleno de costillas mientras ven niños desnutridos con la tripa hinchada en África, o cadáveres desmembrados en Teherán… Y no pasa nada.
No sé si a estas alturas hay algún mensaje que pueda cambiarnos. De todas maneras, este vídeo es duro.