Todavía no sabemos cómo se llamará el primer SUV de la historia de Lamborghini. Estará inspirado en el Urus que ya hemos visto (fue presentado en Pekín en 2012), así que lucirá un diseño similar al de sus superdeportivos. Eso sí, no podemos esperar ni las mismas prestaciones ni las mismas virtudes a la hora de conducir. Será un modelo distinto, capaz de llegar a un público más amplio por comercializarse a un precio más asequible.
No llegará antes de 2018
Su llegada al mercado, eso sí, no se producirá hasta 2018, así que todavía mucho tiempo queda para verlo en los concesionarios. En un principio se llegó a especular con la posibilidad de producirlo lejos de Italia, pero finalmente han decidido ampliar las instalaciones de Sant’Agata Bolognese para que no se mueva de casa. Al fin y al cabo, cuando estamos hablando de un modelo con un margen de beneficio tan grande, no es imprescindible irse al sudeste asiático o a un país del este de Europa para buscar rentabilidad. No es necesario darle vueltas a ese asunto comprometiendo la calidad del proceso de fabricación.
Obras a la vista
La factoría de Lamborghini pasará de los 80.000 a los 150.000 metros cuadrados como por arte de magia. De ahí que no puedan anunciar el inicio de la producción para el año que viene. Habrá nuevas instalaciones, pero también ampliarán el departamento de investigación y desarrollo, crearán nuevos almacenes para guardar piezas de todo tipo e impulsarán una línea de producción extra que creará puestos de trabajo.
Stephan Winkelmann, CEO de la compañía, lo ha anunciado con una sonrisa de oreja a oreja:
Es un momento de orgullo para toda la familia Lamborghini. La introducción de una tercera línea de modelos respalda el crecimiento sostenible y sostenido de nuestra compañía y significa el comienzo de una nueva era. El nuevo SUV estará fabricado en Sant’Agata Bolognese, demostrando nuestro compromiso por proteger los valores made in Italy.