Euforia en los cuarteles generales de Lamborghini. Allí tienen muy claro que vivimos en un mundo cada vez más desigual, pues de lo contrario sería imposible decir que cada vez hay más pobres y cada vez se venden más superdeportivos en todo el mundo.
Crece el número de clientes dispuestos a gastarse más de 100.000 y 200.000 euros en un coche y me temo que no es porque hayan cambiado de gustos de la noche a la mañana, sino que la culpa la tiene el hecho de que los ricos sean cada vez más ricos.
Un 7% más que en 2015
Dejando a un lado esa lectura sobre la sociedad, hay que felicitar a los italianos por terminar el año con unas cifras espectaculares, las mejores de su historia. En 2016 entregaron 3.457 unidades (un 7% más que en 2015), algo que se explica por el hecho de que su catálogo es cada vez más amplio y las tiradas de los modelos suelen ser más generosas que antaño.
Lo de la exclusividad está muy bien, pero cuando hay inversores detrás no les expliques que vas a restringir la producción dejando fuera a cientos de clientes con el dinero en la mano. Te dirían que estás loco. Además, la competencia (sí, miro a Ferrari), está haciendo lo mismo. Se han puesto de acuerdo para que el concepto de exclusividad sea cada vez más relativo.
El futuro es prometedor
El 2017 pinta todavía mejor para Lamborghini. Lanzarán el Huracán más potente de la gama y el Aventador S, un caramelo con 740 CV de potencia que ya puedes configurar en la web de Lamborghini como si te lo fueras a comprar mañana.
En estos momentos tienen hasta 135 puntos de venta repartidos por 50 países. Dividen el pastel en tres territorios (EMEA, Asia Pacífico y América) sin olvidar que Estados Unidos es el mercado más jugoso de todos. Allí entregaron 1.041 unidades el año pasado, que se dice pronto. Japón, Reino Unido, Alemania, Canadá, Oriente Medio y China son otros mercados que no pierden de vista.
Por si todo lo anterior no fuera suficiente, hay que añadir que el lanzamiento del Lamborghini Urus está más cerca que nunca. El primer SUV de la compañía promete dar muchas alegrías a sus directivos, que no temen lo que sus fans piensen sobre la marca por tomar una decisión que ya han tomado otras marcas que llevan la deportividad en el ADN como Porsche.