El Lamborghini Aventador no es un coche que se venda como churros. No es así debido a su elevado precio, pero con todo eso ya puede presumir de 1.000 unidades fabricadas. A esa cifra se llegó recientemente en la línea de montaje de Sant’Agata Bolognese. Un año y tres meses después de empezar su producción, se ha fabricado una unidad muy especial que sirve para recortar distancias respecto al Lamborghini Murciélago, del que hasta 2011 se produjeron 4.009 unidades.
La unidad que ha tenido el honor de ser la número 1.000 es una unidad muy llamativa. La carrocería es de color naranja Argos y su dueño, un arquitecto alemán, la ha recibido de manos de Stephan Winkelmann, el presidente de la compañía.
La producción del Aventador continúa a un ritmo trepidante. Los ricos cada vez son más ricos y por eso no hay problemas para venderlos. Para que os hagáis una idea, en estos momentos hay una lista de espera de un año y medio. Casi nada…