No hay mal que por bien no venga. Eso mismo es lo que estarán pensando en estos momentos los trabajadores de la planta de producción que Ford tiene en Almussafes, Valencia. En una época tan inestable como la actual nunca está de más saber que no te va a faltar trabajo durante los próximos años.
El caso es que la firma estadounidense ha decidido cerrar la fábrica que tiene en Genk, Bélgica. Eso se producirá en 2014 y significará que el nuevo Ford Mondeo, el Galaxy y el S-Max se producirán en Almussafes. La producción del Ford C-Max y el Grand Ford C-Max pasará a la planta alemana de Saarlouis, todo para que la española pueda dar a basto con su nueva tarea.
Una reestructuración que no contenta a todo el mundo
El proceso de reestructuración responde a una búsqueda del beneficio constante. En estos momentos una planta de producción debe despachar un volumen de producción superior al 80% para que sea rentable. La de Genk tan solo llegaba al 68%, así que a los directivos de Ford no les ha temblado el pulso a la hora de tomar la decisión.
Un total de 4.400 empleos directos se destruirán, pero de ello se beneficiarán tanto en Almussafes como en Saarlouis. Ya se sabe que muchas veces para que unos ganen otros tienen que perder, y por suerte esta vez no nos ha tocado estar en el bando de los perdedores.