Seguramente ya sabréis que la gasolina más barata del mundo no se vende en España. No hace falta ser muy listo para saberlo viendo cómo está el patio. Tampoco hay que ser un cerebrito para saber que en nuestra querida y amada Unión Europea tampoco se encuentra ese país donde repostar es un placer. Dicho privilegio le corresponde a un estado sudamericano.
Venezuela es desde hace muchos años el país que vende la gasolina más barata a sus ciudadanos. En los 14 años de mandato de Hugo Chávez el bolívar (la moneda oficial de Venezuela) se ha devaluado un 90%, mientras que el petróleo ha multiplicado su cotización por diez. Debido a esas dos circunstancias, por cada barril de petróleo exportado han multiplicado por 100 sus ingresos. Por ello el Gobierno de Chávez pudo disparar el gasto público y reducir tanto la pobreza como el desempleo, algo que explica el fanatismo del populacho hacia su figura.
Repostar es casi gratis
El litro de gasolina cuesta allí unos 0,097 bolívares, que al tipo de cambio oficial se traduce en un céntimo de euro. Eso significa que con unos 40 céntimos de euro pueden llenar el depósito de combustible de un vehículo medio, algo que en España no podemos llegar ni a soñar. Nosotros con 40 céntimos no podemos ir ni al centro comercial que está a las afueras de la ciudad.
Señor Mariano Rajoy, ¿por qué no intenta hacer lo mismo para convertirse en un héroe nacional? Evidentemente España no está en la misma situación porque no tiene petróleo y se ve obligada a importar, pero estoy seguro de que podrían hacer algo para invertir la situación. Pero claro, eso pasa por plantarle cara a la famosa «troika», que lo único que quiere es que los precios del litro de combustible sigan subiendo en países como el nuestro. Y usted no está muy por la labor de desobedecer…