En otras cosas no, pero a la hora de poner multas somos los número uno. Aunque a decir verdad me parece bien que la DGT haya dado en el clavo con un radar que es capaz de medir desde el aire a qué velocidad está circulando un vehículo.
Tras más de seis años experimentando con el radar aerotransportado Pegasus, todo está a punto y ha recibido la homologación. Durante esta Semana Santa podrá funcionar a destajo para multar a todos aquellos que se creen Karim Benzema.
Si nos ceñimos a la definición exacta, deberíamos decir que no es un radar como los de toda la vida porque no emite ningún tipo de radiación electromagnética para medir la velocidad de los coches. Se trata de una esfera colocada en la punta de uno de sus brazos que puede orientarse hacia cualquier dirección. Utiliza un sistema que incluye telémetros láser que son indetectables.
Lo ve y lo mide todo
Irá instalado en uno de los 19 helicópteros de Tráfico y será capaz de hacer mediciones cada tres segundos, calculando de esta forma la velocidad a la que circula un vehículo. Lo veremos sobrevolando España a 300 metros de altura y lo mejor de todo (o lo peor) es que tramitará las sanciones al instante como si se tratara de un radar fijo o móvil instalado en las carreteras.
Puede medir velocidades de hasta 360 km/h (espero que Fernando Alonso no regrese de Sepang con su Ferrari) y este viernes empezará a buscar víctimas con un margen de error de solo un 3% (menos que los radares convencionales). Así que ya sabéis, portaos bien y conducid respetando los límites de velocidad que marca la ley.