Ni sus 52 años de historia han sido suficientes para salvarla. General Motors tiene problemas económicos y no está nada satisfecha con los resultados económicos que está obteniendo en Europa vía Opel (Vauxhall en el Reino Unido). Es por ello que a principios de 2012 se empezó a hablar sobre el cierre de la fábrica de Bochum, una de las más grandes de Europa. Estaba previsto para 2016, pero lo cierto es que ya han echado el cierre.
Del Kaddett A al Zafira
En 1962 empezó todo. El Opel Kadett A (en la imagen que hay debajo de estas líneas) era la mejor excusa para levantar una factoría que daba trabajo a los habitantes de Bochum, los mismos que vieron como en 2011 se destinaban 175 millones de euros para la llegada del Opel Zafira. Remodelaron las instalaciones pensando que el monovolumen arrasaría, pero más tarde se dieron cuenta de que se iban a comer con patatas tamaña inversión. Por eso se empezó a hablar de la disolución de una de las cuatro plantas que Opel tiene en Alemania. Todavía siguen funcionando las de Rüsselsheim, Kaiserlautern y Eisenach, pero me temo que a este paso se marcharán a otros países europeos donde la mano de obra es más barata.
Un mazazo para muchas familias
Este cierre ha acabado con los puestos de trabajo de 3.280 personas que ya sabían que algo no iba bien. Por todas ellas Opel se ha visto obligada a desembolsar unos 80 millones de euros en concepto de compensación. Solo unos 300 trabajadores han podido conservar su empleo, ya que seguirán trabajando en un depósito de piezas hasta que algún día tampoco sean necesarios.
La mala noticia se suma a la que en 2008 dejó en la calle a otros trabajadores de la región. Nokia echó el cierre y muchos se tuvieron que buscar la vida en otros empleos peor remunerados. Lo mismo sucederá ahora, aunque dicen que DHL podría comprar el terreno de la fábrica de Bochum para instalarse en la ciudad en un periodo de tiempo que en ningún caso será inferior a los dos años.