Ofensiva publicitaria a toda prisa de Renault, que van contrarreloj porque faltan días para lo de Ginebra. De momento han colgado dos anuncios, pero no se desvelará de qué se trata todo esto hasta el Salón. Huele a Mégane y Renault Sport por todas partes. Tal vez una nueva versión que se aparte de las testimoniales propuestas racing de Red Bull y que sea más accesible al personal.
El caso es que vemos al impertérrito Kimi oteando el horizonte, como Tom Hanks en la película de El Náufrago, pero con menos expresiones en la cara que la protagonista de la saga Crepúsculo. Me pregunto qué estaría pensando Räikkönen durante el rodaje. Seguramente algo así como “qué he hecho para merecer esto”. Un tipo que se baja del monoplaza en pleno parón de una carrera y se come un helado no debe ser fácil de arrastrar hasta un anuncio, por mucho dinero y obligaciones contractuales que medien.
¿Perdido en Ibiza?
El primer vídeo es desternillante. Kimi llega, le sacan un primer plano y dice “ok, esto ya es demasiado, me quiero ir a casa.” Debe ser la pesadilla de toda agencia publicitaria y de todo director. Te dan cuatro horas para rodar con él, y al tercer plano manda a su relaciones públicas a tomar viento igual que hace por radio con su ingeniero en plena carrera, y ya se quiere largar.
En el segundo vídeo al menos parece colaborar un poco más. Pronuncia tres veces el monosílabo “No”. El pescador le pregunta si está allí por vacaciones, por negocios, por amigos… Y él sólo dice “No”. El pobre hombre, sosteniendo su caña, termina por inquirirle “¿qué haces tan lejos de casa?”
Lo dicho, en Ginebra sabremos qué rábanos hacía Räikkönen en una playa de España. Cuando se acabó el GP de Europa, se quedó haciendo el gamberro por Ibiza durante una semana en un yate. Igual se perdió en plan hippie por allí y lo acaban de encontrar. Kimi, eres un crack y soy tu fan número uno.