Kia ha decidido fabricar uno de los coches más grandes de su historia, por no decir el más grande. Por ahora es un prototipo que recibe el nombre de Telluride Concept y mide más de cinco metros de largo, algo que es toda una declaración de intenciones. Para ser más exactos, se va hasta los 5,01 metros de longitud, mientras que de ancho registra 2,01 metros y de alto 1,81 metros. Son cotas lo suficientemente generosas como para decir que el Sorento a su lado parece pequeño.
A lo grande
El equipo de Peter Schreyer le ha dado forma pensando en el mercado nortamericano, o al menos eso es lo que me parece viendo sus líneas y su tendencia al gigantismo. Es un siete plazas que se suma al segmento SUV con detalles que le permiten captar nuestra atención. Uno de ellos lo encontramos fijando nuestra mirada cerca del asfalto, ya que monta unas llantas de aleación de 22 pulgadas colocadas dentro de unos neumáticos Hankook Ventus ST 275/45 R22.
Mecánica híbrida
Para moverse emplea un sistema de propulsión híbrido formado por un motor de gasolina de seis cilindros en «V» que entrega 274 CV de potencia, además de un eléctrico que se va hasta los 132 CV. Eso nos permite hablar de una potencia conjunta de 406 CV que animará a más de uno en los concesionarios, sobre todo teniendo en cuenta que el consumo medio es inferior a 7,8 l/100 km en autopista (no hay datos de consumo mixto porque no sabemos cuánto gasta en ciudad).
Sin duda alguna, este Kia Tellirude podría plantar cara al Volvo XC90, con el que por cierto comparte un parecido demasiado razonable si nos fijamos en su zaga. No hay que olvidar que el SUV más grande de la firma sueca tiene una versión híbrida, la T8 Plug-In Hybrid, que entrega 400 CV.
Interior con alguna que otra pijada
Si nos subimos al habitáculo, rápidamente nos damos cuenta de la amplitud que ofrece. Además, los asientos delanteros se pueden reclinar una barbaridad, así que es ideal para echarse una siesta si se da la necesidad. Como curiosidad, hay que decir que es el primer coche de Kia que dispone de elementos fabricados mediante impresión en tres dimensiones, como es el caso de los paneles de las puertas, el volante o el cuadro de instrumentos.
Para que los ocupantes se sientan lo más cómodos posible, viene con un sistema llamado LER (Light Emited Rejuvenation) formado por un panel de LEDs que emiten unas luces que van muy bien para combatir el jet lag. Además, también hay sensores en los asientos para controlar las constantes vitales de los pasajeros, algo que se puede comprobar a tiempo real echando un vistazo a la pantalla del sistema multimedia.
Para terminar, decir que las puertas traseras se abren en sentido contrario a las delanteras y el color de la carrocería de la unidad exhibida es el Dark Pyrite green.