La cuarta generación del Kia Sportage está cada vez más cerca. Los ingenieros de la firma surcoreana ya han terminado su trabajo sobre un SUV compacto que está teniendo mucho éxito. No hay que olvidar que es el modelo de la marca más vendido en Europa, puesto que fue capaz de acumular más de 97.000 ventas en 2014, un 27,5% de las ventas totales de Kia en el viejo continente.
Foco en el habitáculo
El nuevo Sportage es mejor en todos los sentidos. Como las imágenes que hemos recibido son de su interior, me voy a centrar en este parte que ahora es más moderna y refinada, a la hora que emplea materiales de más calidad.
Un cambio muy importante es el que experimenta la consola central. En el actual Sportage es una estructura vertical, pero en el nuevo encontramos líneas horizontales que enfatizan su deportividad y hacen que el habitáculo parezca más grande de lo que realmente es.
En el salpicadero nos topamos con dos zonas claramente diferenciadas: monitorización y control. La primera tiene como objetivo ofrecer información a los ocupantes. La instrumentación y el interfaz HMI (human-machine interface) se encargan de ello, este último recurriendo a una pantalla opcional que puede ser de 7 o de 8 pulgadas y que va en el centro del salpicadero.
La zona de control está definida justo debajo de una línea que recorre el salpicadero en horizontal. La consola central se extiende hasta abajo y su orientación, de 10 grados hacia el conductor, hace que las distracciones sean mínimas. Muchas funciones están incluidas en la pantalla táctil del sistema de infotainment y navegación opcional, todo estructurado de tal forma que se pueda jugar con ellas sin perder de vista la carretera.
El hecho de que haya dos divisiones claramente diferenciadas hace que sea posible establecer uno o dos colores. En Europa será posible elegir un único tono negro o dos tonos (gris oscuro con gris claro o negro con beige Canyon). Lo que nunca modifica su aspecto es la consola central, que en todas las elecciones es de color negro. La versión GT Line es otra historia, ya que el volante en cuero tiene forma de «D», el salpicadero es negro brillante y los pedales de aluminio. Es, en definitiva, una variante más deportiva.
Más espacioso y confortable
Otro tema importante es el del espacio y el confort. El nuevo Kia Sportage tiene 30 mm más de batalla que su antecesor. Se estira hasta los 2.670 mm para beneficio de los ocupantes, que ahora gozan de una altura de cabeza de 5 mm más (997 mm) en las plazas delanteras y 16 mm más (993 mm) en las traseras. Para las piernas también hay más espacio, puesto que se ha disparado hasta los 1.129 mm delante (19 mm más) y 970 mm detrás (7 mm más). Todo ello también es gracias al incremento de la longitud de la carrocería, que ahora es de 4.480 mm (40 mm más). La anchura (1.855 mm) y la altura (1.635 mm) no experimentan modificaciones.
Para disfrutar del máximo confort, ahora se puede pedir con calefacción en los asientos de tres niveles (en determinados mercados) y ajuste eléctrico de 10 movimientos con apoyo lumbar para el conductor y 8 movimientos para el acompañante. Además, aseguran que ha disminuido el nivel de vibración en los asientos.
Para terminar, y antes de que veas un vídeo sobre el proceso de diseño de la nueva criatura, decir que el depósito de combustible pasa de 58 a 62 litros, por lo que puedes olvidarte de las gasolineras por más tiempo entre repostaje y repostaje.