Un par de años después del lanzamiento del GT de Kia, los que se inclinan por los remates sporty, las taloneras, las suspensiones bajitas, las llantas grandes y motores algo más festivos ya tendrán opción al GT-Line.
El Pro_Cee’d, bonito y con sus 204 CV, se puede ver arrinconado a veces por factores económicos y, dicho sea de paso, por la cortapisa de tener 3 puertas.
El acabado GT-Line soluciona esas restricciones, abriendo las posibilidades a las cinco puertas y el acabado familiar. Al último, trae a la gama del compacto dos soluciones mecánicas para seguir sumando atractivos y razones que le hacen un superventas, más allá de los proverbiales siete años de garantía.
Tres cilindros turbo
A punto fijo ya me es imposible situar cuándo empezó la febrada de los propulsores de un litro de cilindrada y un turbocompresor enérgico. Como fuere, en el centro de desarrollos de Namyang, en Corea del Sur, Kia ha pensado y concretado este nuevo bloque: el 1.0 T-GDi.
Los presentes cuatro cilindros 1.4 DOHC de 100 CV y el 1.6 GDi 135 CV podrían ver diezmadas sus ventas dentro del público que busca gasolina. El tres cilindros certifica menos consumo, menos emisiones y unos 120 CV que lo ponen en el centro del catálogo.
Dentro del diesel también hay remodelación del 1.6 CRDi, que garantiza, sobre el papel, más empuje y aceleración, puesto que las cifras de par motor escalan de los 265 a los 285 Nm y el caballaje de 128 a 133 CV.
Doble embrague en el diesel
El cambio de siete velocidades automáticas con doble embrague, que en Kia llaman DCT, se alineará sólo al motor diesel. Por ahora.
Es una caja de automatismos que puede muletear con 300 Nm de par, así que no veo el impedimento en materia de ingeniería para que se extienda a los otros bloques motor, lo mismo que el tricilíndrico turbo acabará con toda probabilidad en muchos otros modelos de Kia.
Más cambios
El GT-Line, sin anunciar un restyling que por tiempos y ciclos aún no pertoca, sí que introduce algunas remodelaciones que serían la antesala de una actualización con todas las letras. En concreto, hay un cambio estético sensible en las luces LED, que ahora dejan la forma de línea y se adhieren al diseño de un cuadrado con cuatro lámparas que el GT estrenó.
Parachoques en ambos extremos se acercan al GT original, en una forma de poner coches más donjuanescos sin disparar costes, algo así como toda la gama Montecarlo que se está expandiendo dentro de Skoda, por ejemplo. El GT-Line 5 puertas, familiar y tres puertas llevarán la doble salida de escape también, que se antoja siempre como un adorno que da porte y altanería.
En el interior aparece el botón de encendido en sustitución de la llave y una tapicería en gris con pespuntes, más otros remates que ya figuran en el GT 204 CV, tal que el volante de cuero y los pedales en aluminio.
La gama de precios y la serie completa de fotos será lo siguiente que publiquemos, una vez embarcados en el Salón de Ginebra, a principios de marzo.
Todo sobre el Pro_Cee’d GT genuino de 204 CV con motor 1.6 turbo aquí:
