Las ventas de coches siguen estancadas en nuestro país. La situación es preocupante y no parece que vaya a cambiar de un día para otro. La crisis sigue pasando factura en el sector de la automoción y los fabricantes cada vez están más nerviosos porque se dan cuenta de que nuestro mercado es muy poco rentable, especialmente si nos fijamos en los concesionarios.
Si comparamos los datos con los de junio de 2010, apreciamos una disminución en las ventas de 121.484 a 83.385 unidades, un descenso del 31,4% que duele mucho. ¿Por qué semejante caída? Vamos a analizarlo con detenimiento.
Junio de 2010 fue un mes propicio para que se vendieran más coches de lo habitual debido a que la partida presupuestaria destinada al Plan 2000E se estaba acabando y era el último mes con un IVA del 16%. Mucha gente tuvo en cuenta ambos factores y no se lo pensó dos veces antes de acudir al concesionario. En definitiva, podemos decir que mucha gente adelantó su compra.
A partir de ese mes los resultados han sido más que preocupantes. Las caídas interanuales no se han situado nunca por debajo del 23,3%, llegando incluso al 37,6% en octubre de 2010. Seat, Volkswagen y Ford son las marcas que mejor están capeando el temporal gracias a modelos tan vendidos como el Seat Ibiza, el Volkswagen Polo o el Ford Fiesta. Tampoco les va del todo mal a Nissan con el Qashqai, a Renault con el Mégane, a Opel con el Corsa o a Citroën con el C4.