El Autódromo de Terramar ha soplado esta semana 90 velas de cumpleaños y para celebrarlo, el bicampeón del mundo de MotoGP, Jorge Lorenzo, se ha enfrentado al trazado al volante de un Porsche 911 tuneado por la empresa de juguetes Hot Wheels. Un desafío único en un circito único, y no precisamente por su buen estado de conservación.
Aunque el estado del Autódromo de Sitges-Terramar sea precario y presente notables rasgos de abandono, muchos amantes del mundo del motor han querido homenajear la historia de un circuito con 90 años en sus espaldas. El mallorquín Jorge Lorenzo fue uno de los primeros en sumarse a esta conmemoración y, con la ayuda de Hot Wheels (propiedad de la americana Mattel), no dudó en saborear el trazado con un Porsche 911 que supera los 500 caballos de potencia.
Memoria histórica
Inaugurado el 28 de Octubre de 1923, este circuito situado en la provincia de Barcelona, recorre una distancia de dos kilómetros cuadrados en forma de óvalo con pronunciados peraltes de hasta 60 grados. La inauguración del trazado en los años 20 supuso el inicio del Gran Premio de España, coronándose ganador al británico Darío Resta con un Talbot. En esta primera carrera, los participantes dieron 300 vueltas al circuito para una distancia total de unos 600 km, aproximadamente.
El autódromo de Terramar lleva en desuso más de medio siglo, (hubo un intento de reactivación que se produjo a mediados de los años 50 que fracasó). No obstante, tal y como muestran las imágenes del vídeo, a Jorge Lorenzo no solo no parece importarle el estado del trazado, con grandes grietas y una vegetación que invade la pista, sino que además galopa a bordo del Porche 911 de una forma más que atrevida.
En la actualidad
En 2012, los pilotos Carlos Sainz y Miguel Molina, se animaron a hacer un rodaje para Red Bull subidos a un Audi R8 LSM. El club BMW de Catalunya es otro de los ilustres que suele presentar sus modelos en el trazado cada año para una concentración.