Invitados al Evento Marlboro en Montmeló

Fuimos invitados por la agencia de publicidad Addoor a participar el 2 de agosto en uno de los mejores eventos de motor que se han realizado en España, y a pesar de estar fuera de Barcelona de vacaciones en Baleares, no pude rechazar la invitación al Evento Marlboro, organizado por Philip Morris y BestLap.


A las 8:30 horas ya estaba a las puertas del Circuit de Catalunya, en Montmeló, tal como nos había pedido la organización y una vez presentadas las acreditaciones nos dirigimos, junto a un total de 80 personas invitadas, a los vestuarios para «disfrazarnos» de pilotos con el típico mono y botas de competición.

A continuación, nos fuimos a una carpa preparada especialmente para la ocasión, en donde el mismo Marc Gené, piloto oficial del equipo Peugeot Le Mans Series y piloto de pruebas de la escuderia Ferrari F1, arrancó con un breve briefing sobre las actividades que realizaríamos en ese intenso día y nos remarcó lo afortunados que éramos por poder participar en ese evento.


La planificación era prometedora y cumplía las expectativas creadas. Primero nos fuimos al circuito de karts, donde realizamos tres series de ocho minutos con vueltas cronometradas. A pesar de ser unos karts de 6 CV nuevos de trinca les faltaba algo de potencia, pero pudimos realizar algún que otro adelantamiento y nos lo pasamos en grande. La actividad fue dirigida por Felix Porteiro, piloto oficial del equipo BMW que participa en el mundial de Turismos.


Después nos tocó un mini curso de conducción deportiva en situaciones límite con coches Alfa Romeo de alta gama. Pude conducir un Alfa 147 de 150 CV y el Brera de 260 CV, todo coordinado por Jordi Gené (hermano de Marc Gené), piloto oficial del equipo SEAT Sport que participa en el Campeonato mundial de Turismos.


El curso constaba de tres partes. El primer ejercicio consistía en una maniobra de esquivar un supuesto vehículo detenido en el centro de la calzada, donde teníamos que saber controlar el subviraje y sobreviraje ocasionado al dar un volantazo en una superficie deslizante y controlar la dirección del coche, mucho menos complicado de lo que en principio parecía.

El segundo ejercicio era para saber controlar el coche en una frenada en curva a alta velocidad. Superé el ejercicio sin grandes complicaciones y sin tocar ningún cono.

Por último, el tercer ejercicio era un slalom. La buena colocación de las manos al volante y la anticipación fueron la clave para tener la sensación del cambio de pesos en el coche, acelerando y soltando el pedal para que el eje delantero traccionara mejor al esquivar obstáculos.

Por la tarde y después de comer, empezó la parte más esperada del día, el plato fuerte de la sesión. Aquello por lo que todo aficionado al motor sueña en hacer algún día y algo que recordaré toda la vida. Primero fue la Hot Lap, me subí de copiloto en un Ferrari 430 Challenge de 490 CV de potencia y un piloto profesional me dio una vuelta por el circuito en una vuelta rápida llegando casi a los 300 km/h en algunos puntos del circuito. En esa vuelta descargue la adrenalina acumulada durante los últimos cinco años y es complicado expresar en palabras la sensación que sentí durante esos pocos segundos.


Para terminar la jornada por todo lo alto, me puse al volante de en un Ferrari 360 Challenge de 400 CV. Tanto lujo y exquisitez me dejó sin aliento. Saludé al instructor, ajusté el asiento, me puse el cinturón y activamos el cambio automático.

Una vez estaba todo preparado, empecé a acelerar y puede comprobar el potencial de un motor que se pone de 0 a 100 km/h en 3,5 segundos, a pesar de que dentro de ese coche la sensación de potencia y velocidad es mucho menor. Salí de boxes y di gas a fondo, las curvas estaban marcadas con conos para facilitarnos las trazadas, mientras el instructor me daba órdenes de frenada para no pasarme.


La primera vuelta fue para estudiar un poco el circuito y hacerme con el coche. Al llegar a la recta principal del circuito me pegué a la banda izquierda del asfalto y me puse a 220 km/h. Al llegar a final de recta una fuerte frenada en la que pude comprobar la adherencia y carga aerodinámica del coche. En esa segunda vuelta, ya con más confianza, pude disfrutar mucho más de la experiencia y del pilotaje de un deportivo de casi 200.000 euros. Finaliceé la vuelta al circuito y entré a boxes para aparcar el coche, donde me hicieron una especie de mini reportaje fotográfico bajando del Ferrari.

Y así, sobre las 17.30 horas, terminó una larga jornada de motor, en la que pudimos vivir una experiencia única e inolvidable. Nos despedimos y regresé de vacaciones con un muy buen sabor de boca.

Aprovecho la ocasión para agradecer y felicitar a toda la organización del evento. Nos trataron de forma excepcional.

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