Si echamos la mirada atrás, rápidamente nos damos cuenta de que Infiniti llegó a España hace cosa de dos años. Lo hizo para desembarcar primeramente en París y en Madrid, donde abrió dos concesionarios bastante decentes. Sin embargo, con el paso de los meses las cosas no han ido demasiado bien. En los 18 países en los que han comercializado sus modelos han logrado un total de 2.500 ventas. Lo más sorprendente de todo es que España es el mercado que mejor les ha ido, aunque las ventas no son ni mucho menos para tirar cohetes.
En España Infiniti ha vendido poco más de 600 coches en ese plazo, lo que equivale a unos 300 al año. Aunque sea un segmento de lujo, es una cifra alarmantemente baja (ni llegan ni a una venta al día). Si comparamos ese dato con el de una firma competidora como Lexus, rápidamente nos damos cuenta de lo mal que les está yendo. La filial de Toyota vendió unos 2.600 coches en 2008, mientras que esa cifra se redujo a 2.000 en 2009 debido a la crisis.
En España hay seis concesionarios Infiniti en estos momentos. Están en Madrid, Valencia, Sevilla, Bilbao Barcelona y Sant Cugat del Vallés. Esta última ciudad, conocida por la gran cantidad de oficinas que alberga, también está en la provincia de Barcelona. El nivel adquisitivo de sus habitantes es bastante elevado, motivo por el cual la filial de lujo de Nissan decidió instalarse allí. Sin embargo, las ventas continúan igual.