Un incendio en el Parque Olímpico de Sidney ha sido el causante de la completa destrucción de más de 40 vehículos y la calcinación parcial de otros 30. La tragedia ha sobrevolado la ciudad australina de Sidney, aunque al final y gracias a la rápida actuación de los bomberos no haya que lamentar más que (considerables) daños materiales y algunos heridos leves por inhalación de humo.
El incendio se descontroló de tal manera que destruyó todos los coches que encontró a su paso y amenazó con extenderse fuera de los límites del parque, llegando incluso a estar a menos de 30 metros de las personas que practicaban deporte en sus instalaciones. Según algunos testigos, las autoridades del Parque Olímpico no actuaron con rapidez y profesionalidad y tardaron demasiado en evacuar la zona, lo que propició que varias decenas de personas tuvieran que ser atendidas por inhalación de dióxido de carbono., la mayoría de ellos conductores sorprendidos por el fuego.
Una colilla mal apagada
Según parece, el origen del incendio fue una colilla mal apagada que prendió la seca vegetación de la zona. Como decimos, el fuego se extendió rápidamente y hubo que evacuar a más de 1.500 personas por precaución.
La verdad es que no nos gusta dar estas noticias y no lo haríamos si no fuera por la curiosidad de que prácticamente todos los daños materiales han sido 70 coches quemados, que ya es casualidad. Y es que en España sabemos de muy buena tinta los estragos que han causado los incendios en nuestros terrenos, algunas veces por colillas mal apagadas y otras por prácticas ilegales que ni queremos mencionar. En cualquier caso, imprudencias que pueden acarrear consecuencias muy graves; suerte que esta vez todo se pueda solucionar si tienen un buen seguro.