Malas noticias para Hyundai y Kia en Norteamérica, donde se han visto obligados a llamar a revisión a 1,86 millones de vehículos, que se dice pronto. El problema tiene que ver con defectos eléctricos y en el sistema de airbag de algunos de sus modelos. Hablamos de los Hyundai Accent y Tucson 2007-2009, Elantra 2007-2010, Santa Fe 2007-2011, Veracruz 2008-2009, Genesis Coupe 2010-2011 y Sonata 2011; y de los Kia Rondo y Sportage 2007-2010, Sorento 2007-2011, Sedona 2007, Soul 2010-2011 y Optima 2011.
Evitando una multa histórica
Los surcoreanos se han curado en salud reconociendo que hay un problema con un interruptor que puede hacer que las luces de frenado no se iluminen al pisar el pedal de freno. Y no solo eso, sino que también es posible que se produzca un problema con el control de velocidad, en cuyo caso el pedal de freno no serviría para desactivarlo. Esto último es hablar de un nuevo «Pedalgate», y no creo que estén dispuestos a pasar por todo lo que tuvo que pasar Toyota.
Para terminar, Hyundai ha añadido que el interruptor defectuoso también puede provocar problemas con la luz de funcionamiento del control de estabilidad electrónico, además de provocar el funcionamiento intermitente del botón de encendido del vehículo.
Dejando a un lado los problemas eléctricos que ha ocasionado el interruptor de marras, hay un total de 186.254 Elantra 2011-2013 con problemas en el airbag, ya que al activarse puede desplazar una pieza que puede impactar en el pasajero.
Tanto Hyundai como Kia (el problema es el mismo) solucionarán el problema en sus talleres de forma gratuita. Los primeros lo harán a partir de junio y los segundos un mes antes, a partir de mayo.