Largamente esperado y metamorfoseado desde el 2004, cuando se presentó el primer prototipo montado en un Santa Fe, el iX35 FCEV ya lleva tres semanas en la cadena de montaje de la planta de Usan, en Corea del Sur. La agencia de noticias surcoreana, Yonhap, es la que nos informa de que la primera tirada se detendrá cuando se alcancen los 1.000 vehículos ¿Destino? Norte de Europa y California ¿Precio? 125.000 €.
Tampoco es tanto dinero, si uno piensa en que conduce un SUV mediano, bien acabado, excelsamente equipado y que por el tubo de escape emana vapor de agua, en lugar de humo. La prensa ya pudo conducirlo en versión preserie en enero, y Hyundai comunicó que la distribución comercial sería en 2015. Pero están yendo más deprisa de lo previsto. Después de estos mil primeros iX35, reanudarán la marcha y serán las ventas las que marquen el número de unidades fabricadas por mes.
La mecánica está simplificadísima, si la comparamos con los primeros prototipos de BMW. La célula de combustible produce electricidad para mover el coche y para almacenar también en una batería, igual que si fuera un híbrido. Cuando el iX35 se mueve sólo con la electricidad de la célula, eroga 136 CV, y cuando hay demanda de potencia y la batería libera su energía acumulada, nos plantamos en 160 CV. La energía siempre va a las ruedas delanteras La contraparte es que la versión de hidrógeno pesa 300 kilos más que su hermano diesel.
Comparando rendimientos
Pero aún así, el consumo no está tan penalizado. Si se recarga el gas con una presión de 700 bares, caben algo más de cinco kilos y medio (en cuatro minutos está lleno). Y con eso se pueden hacer 600 kilómetros. Si se inyecta el hidrógeno a 350 bares de presión, cabe poco menos de un kilo y te quedas parado a los 200 kilómetros.
Al precio actual de la gasolina y el hidrógeno, el coste por kilómetro es prácticamente idéntico. El coche de hidrógeno no ahorra dinero en repostajes, pero augura muchas menos averías porque no tiene componentes como las cajas de cambios, costes de mantenimiento inferiores y durabilidad pareja a los motores diesel de hoy.
A Dinamarca y Suecia llegan en este mismo mes de abril los 15 primeros pedidos, que son de entidades públicas. A Alemania también arribarán en los próximos meses. Entre este año y el que viene, en dichos países lo podrá adquirir cualquier comprador.
¿Y en España? Me da la risa… Aquí no tenemos ni una maldita estación de hidrógeno de uso público que pueda ofrecer el gas a 700 bares. Ni de uso privado o industrial tampoco.