La historia de Red Bull Racing, la escudería que lo gana todo en estos momentos, empezó hace tan solo 7 años. Dietrich Mateschitz, mandamás de la firma austriaca de bebidas energéticas, decidió que en 2005 su marca tenía que estar presente en la competición más importante del mundo del motor, la Fórmula 1.
2005
En su primer año, con David Coulthard y Christian Klein en sus filas, el equipo no empezó nada mal para ser debutante. Entre ambos sumaron 34 puntos y lograron acabar en la séptima posición del Mundial de Constructores.
2006
El salto de calidad se produjo en 2006, cuando la escudería anunció el fichaje de Adrian Newey, el ingeniero que convierte en oro todo lo que toca. Lograron su primer podio gracias a Coulthard, aunque volvieron a ser séptimos en el Mundial de Constructores y esta vez con menos puntos pese a montar motores Ferrari (en 2005 eran Cosworth).
2007
El trabajo de Newey se empezó a notar en 2007, coincidiendo con la llegada de Mark Webber, quien se convirtió en el nuevo compañero de Coulthard. Klein tuvo que buscarse la vida como piloto probador de Honda. En esta temporada Red Bull Racing acabó en quinta posición en el Mundial de Constructores.
2008
En 2008 Coulthard volvió a subirse al podio y el equipo acabó en séptima posición en el Mundial de Constructores, aunque logrando más puntos que en el año anterior.
2009
Coulthard se retiró en 2009 y su puesto lo ocupó un jovencísimo Sebastian Vettel que empezaría a escribir su historia con letras de oro. Acabó subcampeón en el Mundial de Pilotos y la escudería fue segunda en el Mundial de Constructores. Fue el preludio de lo que vendría después.
La época dorada (2010-2012)
En estas tres últimas temporadas Red Bull Racing ha conquistado tres veces el Mundial de Constructores y ha visto como Vettel se ha hecho con el Mundial de Pilotos en otras tantas. La superioridad que demuestra en cada carrera es aplastante y tanto Ferrari como McLaren Mercedes ya no saben qué hacer.