Si customizas, preparas, tuneas o fabricas accesorios para coches y no estás en el SEMA Show de Las Vegas no eres nadie. El viernes pasado se clausuró la sesión de este año y eso nos ha dado tiempo para recopilar un tour completo de 300 fotos de la edición más faraónica que se ha hecho jamás de este santuario del tuning.
Un santuario pagano; Sodoma, Gomorra y Babilonia todas juntas en una. Cualquier automovilista casto y piadoso que rece a los coches de serie, si pone los pies allí se muere de paro de miocardio. Sólo a los más lubricosos monjes medievales se les ocurriría una gárgola deforme como un Toyota Highlinder cruzado con un acuario de Bob Esponja.
Desde 1967 se han ido congregando las mentes más barrocas y pecaminosas de la automoción, dando rienda suelta a orgiásticas congregaciones. Un territorio donde Ford, Dodge o Chevrolet siempre fueron fuertes y siempre fueron fuente de inspiración por las obvias razones de fabricar los eternos pony cars.
Gobalización
Pero las miras se han ido ampliando y a día de hoy no se escapa nadie. Constructores de todo el mundo ya se han metido en la obtusa mente patriótica norteamericana con el morbo del exotismo. Puedo entender que Kia sea objeto de deseo y de perversión bondage con el Soul, pero mucha atención al hermano puritano y reprimido Hyundai. Este año se han hecho preparaciones con esta marca para quitarse el sombrero.
En resumen, tenéis una visita guiada en imágenes a alta resolución si queréis recorrer la galería. La mayoría son instantáneas de los amigos de World Car Fans, porque son los que viven allí, y yo no puedo pagarme el billete de avión.
Motocultores Honda, autobuses, monster trucks, joyas de principios del siglo XX, monovolúmenes, VW Golf de la primera generación, SUVs, pick-ups, coches de policía para embestir y triturar vehículos a la fuga, utilitarios microscópicos como el Chevrolet Spark o el Fiat 500, Hot-Rods, furgonetas, todos los muscle cars que puedas desear, cochecitos para campos de golf preparados por Shelby, cabinas de camiones, prototipos de Le Mans y Dakar… Creo que también hay alguna azafata simpática por ahí en medio.
El vehículo que no te hubieras imaginado nunca. La vida se ocupa de estamparte en las narices que la realidad supera siempre la ficción.
