General Motors ya no sabe qué hacer con Opel. Las pérdidas que ha registrado en los últimos años no le invitan a ser muy optimista, ya que cada vez está más lejos de otras marcas como por ejemplo Volkswagen. Por eso ahora se espera un cambio de rumbo para tratar de reflotar una compañía que en estos momentos atraviesa un momento muy delicado dentro de su longeva historia.
Ayer os hablé del Opel Monza Concept, un nuevo modelo que no verá la luz pero que será un ejemplo a seguir por los diseñadores, tanto por su diseño como por otras características que tienen que ver con la conectividad y la eficiencia. Al parecer, ese cambio de filosofía también podría suponer un cambio de planteamiento, ya GM se ha cansado de que Opel compita en un mercado tan sacrificado como el generalista y estudia la posibilidad de que se convierta en una marca premium.
El apetitoso mercado premium
Para que nos entendamos, quieren que se acerque más a Volkswagen que a otras marcas como Renault que se están quedando un poco atrás. Quieren jugar en la liga de los ricos (no cuento la liga de Ferrari, Lamborghini y compañía), en la que ahora mismo compiten marcas tan potentes como Audi, BMW o Mercedes-Benz. Saben que el margen es mayor y no les preocupa tanto fracasar. De esta forma, Chevrolet pasaría a ser una marca más de estar por casa para equipararse a lo que Seat o Skoda pueden ser para el Grupo VAG.
Con Buick ya están haciendo eso en Estados Unidos y en China y de momento no les va del todo mal. A decir verdad hay demasiadas marcas generalistas dentro del grupo y muchas veces se quitan ventas unas a otras, así que no me parece un planteamiento tan descabellado. Además, si los coches son tan atractivos como el Opel Monza Concept tendrán serias opciones de hacerse un hueco, tal vez más que Citroën con su novedosa y atractiva línea DS.
Otro dato a favor es que para mí ya cuentan con más de un modelo premium, como por ejemplo el Astra GTC, el Zafira Tourer o el Ampera.