Tú, el vecino, el primo del vecino y yo con un coche viejo que queremos mantener para no tener que pedir un préstamo. Eso por un lado. Por el otro están las superproducciones de Hollywood, las que implican un desembolso de millones y millones de euros que se recuperan con creces en las taquillas, y eso que los precios de las entradas siguen siendo un disparate (y ya no hablo de las palomitas, los refrescos y las virguerías en lata).
Ideas macabras para ganar dinero
El despilfarro es mayor o menor en función de los efectos especiales. Si es una película de acción y no quieres hacerlo todo por ordenador para que sea realista, te toca pagar cantidades de dinero importantes a los distintos proveedores que te van a echar un cable. Es lo que le ha pasado a la productora de la nueva película de James Bond, que por si no lo sabes se llama ‘Spectre’ y llegará a nuestras salas de cine el próximo 6 de noviembre.
Es verdad que casi todo el presupuesto suele ir a parar a las cuentas corrientes de las estrellas de Hollywood, pero en este caso hay que hablar de una partida bastante importante que ha ido a parar a la destrucción de coches. Nos cuentan que se han gastado la friolera de 37 millones de dólares, lo que al tipo de cambio actual se traduce en unos 33 millones de euros.
Solo quedan tres DB10 con vida
De los diez Aston Martin DB10 fabricados en edición limitada pensando en la película, siete han terminado hechos papilla. Todo un crimen que supone una cifra récord en este apartado, y que de paso ha arrasado con casi un 15% del presupuesto disponible para la película. Gary Powell, uno de los coordinadores de la masacre, ha estado a punto de pedir perdón:
En Roma destrozamos millones de dólares. Los coches iban a más de 110 mph (más de 177 km/h) por el Vaticano. Nos pasamos una noche entera filmando para cuatro segundos de película. Debe ser duro tirar millones de dólares destrozando coches, pero alguien tiene que hacerlo.
Te dejo con un vídeo del making-of de ‘Spectre’ con explosiones y efectos especiales de todo tipo.