Por lo general, estas renovaciones siempre empiezan con la fórmula «de dónde venimos y adónde vamos». Tal cosa es, en evidencia, porque se producen cambios notorios. Este caso es bien distinto. El Renault Kadjar M2015 está obligado a rectificar motorizaciones para satisfacer en Europa los nuevos ciclos de homologación WLTP y los techos de emisiones fijados en la Euro 6d Temp.
Hay que recordarle a los lectores que esta exigencia comienza al término de septiembre del 2018, y que habrá a quien todo esto le parezca una pantomima. Es de suponer que una parte importante de compradores prefiera quedarse con unidades matriculadas por los concesionarios antes de la entrada en vigor de la normativa, y así llevarse un descuento.
Sin cambios a la vista
Aclaradas las cuestiones más importantes, el Kadjar cambia entre cero y nada. Continúa en sus medidas de cuatro metros y medio de longitud y una altura entre el suelo y el coche de veinte centímetros. Son guarismos muy similares a los afiliados al segmento mediano de todocaminos. El más calcado, por supuesto, es el Nissan Qashqai, pues son gemelos. Pero un Kuga o un Ateca son más o menos lo mismo. Y la lista sigue y sigue; no queda marca sin un vehículo así en el fondo de su armario. La elección está en la cartera de cada cual y en la estimación que se tenga por la marca.
El maletero continua, asimismo, con sus 472 litros mínimos de capacidad. Una cifra amable, pero la boca del cajón está tan arriba que los bultos pesados cuestan de embutir. Los motores, sumando gasóleo y gasolina, se mantienen de 115 CV a 160 CV (antes 163 CV, siendo precisos). De estos bloques, algunos pueden ir con cambio automático de doble embrague y otros con tracción total.
¿Y entonces qué? Pues nada, que aquellos que sientan un especial rapto ante las pantallas táctiles y las hiperconexiones entre teléfonos y coches estarán fascinados, porque el Kadjar M2019 añade unos cuantos opcionales más que antes no tenía. Si bien nada afecta al rendimiento.
Los nuevos ‘Blue dCi’
El 1.5 dCi ahora troca el nombre por ‘Blue dCi’, que parece que tenga que salvar más ballenas y osos polares. Funciona igual de bien que en el año 2000, y sus 115 CV me parecen bondadosos en un Clio, pero algo justos en un diplodocus de 1,62 metros de altura. Me pasma que lo incluyan en otro peso pesado, como el Talismán. Va siempre con impulsión en el eje delantero y se combina con caja manual y con la automática EDC.
Al 1.8 dCi también le han colocado la vitola ‘Blue dCi’. A muchas personas les molesta el matraqueo y el ronroneo diésel, aunque yo lo encuentro aceptable y bien aislado del habitáculo… Todo va en opiniones.
Con 150 CV, la tracción integral es posible. Además, es el único motor con temple que admite una transmisión manual.
También hay espacio para un turbo de gasolina
El tercero en la oferta es la navaja suiza 1.33 L turbo de gasolina. Vale para todo. Este invento lo veremos multiplicarse como los panes y los peces bíblicos. Dentro del grupo Renault-Nissan-Mitsubishi-Dacia-AVTO VAZ-etc.-etc-etc. es evidente que figurará en casi todos los modelos. Con todo, quien va a tirar más de él es Mercedes. Ha comenzado en el Clase A M2018; démosle tiempo y acabará dominando el panorama alemán.
Renault lo divide para el Kadjar entre 140 CV manual y 160 CV automático de doble embrague EDC. La mecánica en gasolina impide, por ahora, una tracción 4X4.
Como el asunto empezaba con leyes de contaminación, hay que subrayar que el antedicho 1.33 L. acopla un filtro antipartículas con el apóstrofe ‘GPF’ en Renault.
Con ello, obliteran el 1.6 Turbo que tenían hasta la fecha. Motor que para el Kadjar se fraccionaba en 131 CV y 163 CV, y que llegó hasta los 190 CV en un coche como el Pulsar. En este vehículo de Nissan me daba unas sensaciones excepcionales. Del nuevo bloque que tanto sugestiona a los de Mercedes, me reservo la opinión de momento; falta que lo probemos unos cuantos miles de kilómetros antes de decir alguna imprudencia.
Precios y disponiblidad
Los precios del Kadjar M2019 deberían moverse muy poco respecto a los fijados para el 2016 y 2017. Y la fecha de venta en España arranca en octubre del 2018.
Y ahora, fotos para aburrir. Me intrigan en especial las de un muchacho con el coche aparcado a la orilla de un lago, como de cuadro de Paul Cézanne. ¿De dónde sacará esta gente el tiempo y el dinero para encontrarse con la madre Naturaleza?