Situación realmente delicada la que está atravesando el grupo americano Ford en estos momentos. En un intento desesperado por salir de la crisis, están dispuestos a vender sus tres marcas europeas: Jaguar, Land Rover y Volvo. Éstas forman el denominado Premier Automotive Group (PAG) y serían eliminadas para favorecer la supervivencia de las marcas más fuertes y tradicionales de la compañía: Ford, Lincoln y Mercury.
Pretenden ingresar unos 15.000 millones de dólares
La estrategia defensiva de Ford ya empezó en marzo con la venta de la firma inglesa Aston Martin. Ahora, se calcula que las otras marcas puestas en venta pueden reportar los siguientes beneficios:
– Jaguar y Land Rover (ambas británicas) = 8.000 millones de dólares aproximadamente.
– Volvo (sueca) = 7.000 millones de dólares aproximadamente
La desesperación es tal, que no descartan vender Jaguar y Land Rover por separado. La venta de Volvo será más complicada debido a que las operaciones a lo largo de la cadena de montaje están más integradas con las del resto de marcas del grupo.
La mayoría de los vehículos de Volvo están producidos con la misma plataforma con la que se construyen los modelos de Ford. Por si fuera poco, ambas marcas están desarrollando conjuntamente la plataforma para la nueva generación de SUV (crossovers), un tipo de vehículos en los que Ford se juega su porvenir.