Esta semana Ford nos mostró las primeras imágenes oficiales del Ford Mustang 2014. Fue la primera oleada de material que nos llegó justo antes de su presentación simultánea en varios países, entre los que por cierto se encontraba España. Poco antes de ver la luz en Barcelona también pudimos ver el primer vídeo oficial, y horas después compartieron un configurador online que te permite jugar con el techo, cambiar los colores de la carrocería y optar por una de las cuatro llantas disponibles.
Hoy el objetivo es sacarle todo el jugo al muscle car con más solera. El nuevo Mustang nos interesa más que nunca porque se comercializará en Europa por primera vez en la historia. La sexta generación, tras 50 años dando guerra al otro lado del charco, está preparada para pelear con coupés y descapotables que nunca se han sentido amenazados en el viejo continente.
Importado desde Míchigan
El 2+2 de la firma estadounidense se exportará a Europa sin intermediarios. Saldrá de la planta de Flat Rock, en Míchigan, y cruzará el Océano Atlántico para conquistar las carreteras europeas. Lo hará a un precio que por el momento sigue siendo una incógnita, pero no debería superar por mucho los 45.900 euros que cuesta el Chevrolet Camaro en nuestro país.
Diseñado pensando en los europeos
Su diseño sigue siendo muy del gusto de los americanos, pero hay que reconocer que se han esforzado para satisfacer a los potenciales clientes europeos. No se parece demasiado al Mustang de quinta generación porque no han querido optar por unas líneas tan retro. Eso se aprecia, por ejemplo, en las nuevas ópticas con circulación diurna LED.
Eso no significa que no tenga líneas rectas, una silueta muy estilizada y un techo que destaca por lo de siempre: es bajo y ancho. Es más largo, ancho y bajo que su predecesor y cuenta con unos pilares A y C muy inclinados. Las ópticas traseras llaman la atención por ser tridimensionales al contar con una especie de relieve muy logrado. Van enmarcadas en un aplique negro que cubre todo el ancho del portón trasero. La parte delantera, como no podía ser de otra forma, cuenta con una forma de tiburón muy característica.
En líneas generales podemos hablar de una ganancia de espacio en el habitáculo, aunque no deja de ser un coche para trayectos cortos si las dos plazas de la fila de atrás están ocupadas. El maletero ha ganado litros y ahora cuenta con una capacidad de 383 litros SAE en la versión coupé. En la descapotable, que monta un techo de lona flexible, esa cifra es considerablemente inferior (324 litros).
Si la elección es el motor 2.3 EcoBoost, los neumáticos de la versión europea son de 19 pulgadas y de 255/40 R19. Si el motor es el 5.0 V8 la cosa cambia, ya que en ese caso son de 255/40 R19 delante y 275/40 R19 detrás. El sistema de frenos es de 352×22 delante y 330×25 detrás para el 2.3 EcoBoost. El 5.0 V8 equipa unos de 380×34 delante y 330/25 detrás con pinzas Brembo.
Dos motores gasolina
Hay que celebrar que vuelven los cuatro cilindros por todo lo alto. El motor 2.3 EcoBoost ofrece más de 310 CV de potencia y más de 407 Nm de par máximo, algo que le permite superar las prestaciones del 3.6 V6 Ti-VCT. Dispone de turbocompresor e inyección directa, además de la avanzada tecnología Ti-VCT. La marca del óvalo dice que ha sido confeccionado en exclusiva para el nuevo Mustang, así que no es un experimento con gaseosa. Lo que no descartan es que lo veamos en el próximo Ford Focus RS.
El otro motor es mucho más potente. Es un 5.0 V8 atmosférico con inyección multipunto que entrega más de 426 CV y más de 529 Nm de par máximo. No sabemos nada de prestaciones y consumos, así que tendremos que conformarnos con el tamaño de los depósitos de combustible para hacernos una idea de lo que pueden llegar a consumir. El del 2.3 EcoBoost es de 59 litros y el del 5.0 V8 es de 61 litros. A partir de ahí que cada uno haga sus cálculos teniendo en cuenta que una autonomía sensata.
En lo que a transmisiones se refiere, podremos elegir una manual Getrag de seis velocidades o una automática de convertidor de par y levas en el volante. Además de eso, también estará disponible el Launch Control para las dos versiones. Gracias a él podremos decantarnos por varios modos de conducción que modifican la respuesta del acelerador, el control de estabilidad y el tacto de la dirección.
La parte tecnológica
A nivel tecnológico tampoco se queda corto. No es el coche más avanzado de la historia, pero incorpora una serie de novedades para no quedarse atrás. La más importante de todas es el Ford SYNC, con sistema de control por voz y pantalla táctil de 8 pulgadas para que puedas manejarlo como quieras. También dispondrá de un completo navegador y un sistema de audio compuesto por 12 altavoces.
El resto de equipamiento sigue siendo una incógnita.